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Para la soprano Angel Blue, cantar es una forma de comunicarme con lo divino

Hoy resonará la voz de la cantante estadunidense en la ópera Aída, en la Met de NY // La actuación se transmitirá en vivo en el Auditorio Nacional

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▲ Angel Blue tiene el papel principal en la nueva producción de la Met.
 
Periódico La Jornada
Sábado 25 de enero de 2025, p. 4

Cantar es una forma de comunicarme con Dios, afirma a La Jornada la soprano estadunidense Angel Blue, una de las más importantes figuras en el plano operístico internacional hoy día, quien interpreta el papel principal en la nueva producción del Metropolitan Opera House (Met) de Aída, de Giuseppe Verdi, cuya función de hoy será transmitida en vivo en el Auditorio Nacional, a las 11:30 horas, como parte de la temporada En vivo desde la Met.

Nacida en Los Ángeles, California, en 1984, la artista afroestadunidense comenzó su carrera cantando gospel en las iglesias con su padre; para ella no existe diferencia entre ese ámbito y el de la ópera, afirma, donde su voz es un vehículo para establecer contacto con la divinidad.

En la manera en que canto gospel también interpreto ópera, porque es parte de mí, de cómo crecí, de mi fe, lo que encierra mi corazón. De otra manera no tendría sentido, sostiene la carismática intérprete, para quien el aspecto religioso tiene un papel central en su carrera y su vida: Dios es todo para mí; cuando canto, lo hago siempre con él, porque es todo en mi vida. Sin Dios no tengo nada, no puedo cantar ni vivir.

En videoentrevista desde la ciudad de Nueva York, Angel Blue afirma que la experiencia de esta nueva producción de Aída, a cargo de Michael Mayer y estrenada el pasado 31 de diciembre en aquella prestigiada casa operística, ha sido fantástica, maravillosa; no puedo ponerlo en palabras.

Frente a algunas críticas poco favorables que ha suscitado el montaje, aclara que no acostumbra estar al pendiente de lo que se dice: No leo lo que se escribe, por lo que no tengo idea de qué se ha opinado ni de qué dice la gente. Para mí, lo importante es concentrarme siempre en mi canto, en mi trabajo.

La relación de la soprano con Aída no es nueva. El papel de la princesa etíope protagonista de esta historia se lo ofrecieron hace 20 años, pero lo rechazó, aclara, porque no se sentía preparada. Ahora que ha acumulado un poco más de años de experiencia, dice, la situación es distinta. Considera que puede entender más a ese personaje; incluso, lo siente más cercano.

Esa princesa está muy próxima a mi corazón; es un personaje como yo o, más bien, soy como ella. Me ha enseñado a entender y reaccionar menos desde la emoción y más desde la paciencia. La entiendo más a raíz de los años y las experiencias, y también me ha ayudado a pensar en la importancia de las decisiones. Cuando me la ofrecieron por primera vez, hace ya muchos años, no la entendía como ahora que somos mucho más parecidas, asienta.

Aunque la historia de amor, conflicto y traición de esta monumental ópera de Verdi está situada en el antiguo Egipto, para Angel Blue se trata de una obra de suma vigencia, al referirse a la naturaleza humana y las circunstancias que la envuelven: La humanidad es esencialmente la misma. La gente de hoy es la misma de aquella época. Sigue existiendo el amor y todos buscamos ser amados, tomados en cuenta y valorados.

Estrenada en El Cairo en 1871, Aída está conformada de cuatro actos, cuya trama transporta a la época de los faraones a partir de la historia de una princesa etíope que es apresada y llevada como esclava a tierras egipcias. Un comandante egipcio, Radamés, lucha entre su amor por ella y su lealtad al faraón. Comienza así un triángulo amoroso, pues ese militar es blanco del amor de la hija del gobernante.