El mal, presente en zonas urbanas
Miércoles 22 de enero de 2025, p. 12
El secretario de Salud, David Kershenobich, anunció que a partir de febrero se instrumentará en el país el Plan Nacional contra el Dengue, cuando comenzarán a desplegarse las medidas para tratar de contenerlo y que no ocurra, hacia finales de año, un repunte en la prevalencia de esa enfermedad. Sostuvo que se trata de un plan que tiene que ver en cómo atender el rezago quirúrgico y hacerlo en forma oportuna
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Durante la conferencia presidencial, el subsecretario de Promoción y Fomento a la Salud de la dependencia, Ramiro López, explicó que se han reportado 14 millones de casos en el mundo. En América, México ocupa el tercer lugar de personas infectadas con 558 mil 846, sólo detrás de Brasil y de Argentina.
Contrariamente a lo que sucedía antes, cuando se asociaba el dengue a las zonas costeras del país, actualmente se reportan casos también en zonas urbanas. En la actualidad, las entidades con mayor incidencia son: Jalisco como número uno, seguido de Nuevo León, Michoacán, Guerrero y Veracruz.
Subrayó que el dengue se transmite por picaduras de mosquito y hay cuatro serotipos de esta enfermedad, por eso “es muy importante decir a la población que, aunque se hayan contagiado, hayan tenido dengue –porque hay esa creencia, ‘ya me contagié, entonces ya no me va a dar’–, les puede dar alguno de estos serotipos y puede ser incluso más riesgoso a que les dé dengue grave”.
Explicó que los síntomas son fiebre alta, dolor de cabeza, normalmente detrás de los ojos; dolor muscular y de huesos, que en las comunidades se conoce como fiebre quebrantahuesos o dolor quebrantahuesos, por la cantidad de dolor que produce. Recomendó no automedicarse para tratar estos síntomas, menos medicamentos como la aspirina, los ibuprofenos, naproxeno o ketorolaco, porque éstos aumentan la posibilidad de que se complique el dengue y se produzcan hemorragias.
El plan anual arranca en febrero-marzo, pero en abril se dota de insecticidas con transferencia de recursos. En mayo se instrumentan acciones focalizadas distribuyendo larvicidas, rociado intradomiciliario y nebulizaciones. De junio a diciembre se intensifican las acciones donde hay presencia y riesgo entomológico, y la hibernación de un mosquito contagiado con una bacteria para que infecte a otros mosquitos que puedan no ser transmisores de la enfermedad.
Sin embargo, López destacó que lo más importante es la participación de la comunidad.