Caracas. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, presentó ayer un nuevo modelo de gobernanza que incluye siete transformaciones (7T) así como la creación de una comisión para reformar la Constitución vigente, con miras a la construcción de un nuevo Estado, y llamó a la Fuerza Armada de la nación bolivariana a no bajar la guardia, cinco días después de jurar para su tercer mandato.

El plan de las 7T guarda coherencia con nuestro proceso histórico, con la realidad del país, con nuestros sueños y aspiraciones para lograr un país próspero, escribió el presidente en su cuenta de Telegram.

¡Vamos hacia la transformación que necesita Venezuela!, subrayó el mandatario.

La primera transformación tiene el objetivo de modernizar la economía; la segunda, actualizar y expandir la doctrina bolivariana; la tercera, busca perfeccionar el modelo de convivencia ciudadana, los derechos humanos y salvaguarda de la paz social y territorial, que incluya la defensa y desarrollo de la Guayana Esequiba.

Impulsar el liderazgo de Venezuela

Una cuarta transformación plantea recuperar el estado de bienestar; la quinta, consolidar la democracia; la sexta, enfrentar la crisis climática; y la séptima, tiene el objetivo de impulsar la inserción y el liderazgo de Venezuela en la nueva configuración mundial.

En este contexto, Maduro creó una comisión para reformar la Constitución: “Una gran y poderosa reforma de la Constitución para ampliar la democracia, definir el perfil de la sociedad (…) y echar las bases más claras (...) de la nueva economía autosustentable, no dependiente, diversificada”, informó la cadena Deutche Welle.

En tanto, el mandatario colombiano, Gustavo Petro, considerado aliado de Nicolás Maduro pero que no asistió a su investidura, planteó en su cuenta de X que las Américas sean tierra de libertad sin presos políticos y llamó al líder venezolano a seguir los pasos de Cuba, que liberó a un grupo de presos, y de las intenciones de Hamas para que rehenes israelíes retenidos en Gaza regresen a sus hogares, y que saque de la cárcel a los detenidos tras las elecciones presidenciales de julio, entre las que figuran 12 colombianos.