La decisión de Felipe Calderón de declarar la guerra al narcotráfico durante su gobierno es la más autoritaria e irresponsable que se haya tomado en los últimos sexenios, sostuvo la presidenta Claudia Sheinbaum, quien señaló que una guerra significa permiso para matar, y rubricó con ironía: ¡declarar la guerra en su propio país!

En referencia a la estrategia que ha ratificado como válida el propio ex mandatario panista, criticó que esa determinación involucraba el uso del Ejército en tareas de seguridad sin un marco legal que lo avalara. Por eso, censuró a todos quienes ahora hablan de falta de estado de derecho y presunto autoritarismo, cuando en realidad avalaron el mátalos en caliente. ¿Cuál juicio? ¿Cuál estado de derecho?, preguntó.

“Agréguenle a eso que quien se encargaba de esa estrategia estaba vinculado al narco, favorecía a unos delincuentes frente a otros, recibía dinero y muchas otras cosas; se dice que también promovía, él mismo, secuestros; hay investigaciones en este sentido (...) y ahora, es quien dice que ‘en México se acabó la legalidad’”, imagínense.”

La Presidenta destacó que en ese periodo se duplicaron los homicidios en México, porque la estrategia no eran arrestos in fraganti o mediante órdenes de aprehensión contra delincuentes, sino que la simple presunción de que lo eran daba pauta para matar. Evidentemente, dijo, ha habido un cambio sustancial en la estrategia de seguridad desde el sexenio pasado con mayor enfoque en la atención a las causas.

Desarme, para lograr la paz

Sobre el programa de desarme a escala nacional que emprendió su gobierno con la colaboración de las iglesias, dijo que es una forma de interactuar con otros actores sociales para alcanzar el objetivo de eliminar las armas y lograr la paz en México. Es una coordinación que hacemos en particular con la Iglesia católica, la cual nos ayuda a dar resultados y a buscar un lugar donde estemos de acuerdo.