n 2024 los bancos asentados en México tuvieron utilidades récord. Lo mismo ocurrió en 2023 y así sucesivamente. El negocio bancario es extraordinariamente rentable en nuestro país. Las filiales mexicanas de los bancos españoles son las más rentables de sus respectivas empresas. El primer gobierno de la 4T reconoció muchas veces este hecho y lo usó como prueba de que en México se podían hacer negocios muy benéficos para sus dueños. Entre esos muy rentables bancos destaca BBVA, que es el de mayor importancia sistémica en el país. Su distribución en el país, su cartera de clientes, su relación con el gobierno lo hace conocedor de lo que pasa en el país. Por eso sus planteamientos resultan particularmente relevantes.
Hace apenas unos días, en un documento que BBVA entregó al regulador bancario en Estados Unidos para presentar una emisión de bonos contingentes convertibles, la dirección de BBVA informó sobre las perspectivas del negocio de BBVA en el mundo. Dos elementos de este documento son relevantes para México: su opinión sobre el impacto del gobierno de Trump en su filial mexicana y en BBVA en conjunto; el impacto de las decisiones fiscales españolas en los rendimientos de su matriz y de nuevo a nivel de todo el grupo financiero.
En cuanto al primer elemento, es claro que las decisiones de Trump en diversos ámbitos afectarán el funcionamiento de la economía de nuestro país disminuyendo su ritmo de crecimiento y sus exportaciones a Estados Unidos, reduciéndo también las remesas recibidas. Esto, señala la dirección financiera de BBVA, podría tener un efecto relevante adverso en el negocio, la situación y los resultados de las operaciones del grupo BBVA
. Al señalar esto, reconocen que al afectarse los resultados de BBVA México se afecta todo el negocio bancario de ese enorme banco español, ya que esta filial es muy relevante en los resultados globales del grupo financiero. Consecuentemente, las acciones del gobierno de Trump constituyen un riesgo relevante para las perspectivas del grupo financiero más importante de México y de España.
El otro elemento que se destaca en el prospecto presentado por BBVA ante la SEC (Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos) es el cambio en la tributación española. El gobierno socialista español propuso y aprobó a finales de 2023 un nuevo impuesto a la banca y a las empresas energéticas que operan en ese país. En principio el impuesto sería temporal, pero ahora esa norma fiscal durará por lo menos tres años más. El impuesto a los bancos, aprobado en 2023 y que se mantiene, aspira a recaudar alrededor de mil 500 millones de euros al año, con base en tres parámetros: ingresos de la banca por márgenes, intereses y comisiones.
Estos impuestos afectarán sólo a bancos que cobren más de 800 millones de euros en intereses y comisiones. El nuevo impuesto a la banca fija, una tasa de 7 por ciento adicional para bancos con márgenes de intereses y comisiones superiores a 5 mil millones de euros (CaixaBank, Santander y BBVA) y una tasa de 6 por ciento adicional para márgenes mayores a 3 mil millones, lo que afectaría al Banco Sabadell. Para los demás bancos establece otras tres tasas adicionales de impuesto.
Con este gravamen, el gobierno español obliga los bancos a contribuir con el fisco para enfrentar las dificultades que enfrenta la economía española. Dificultades que no han impedido que los bancos obtengan enormes utilidades. Esta decisión del gobierno español nos muestra que cambios en la tributación son convenientes y necesarios y pueden instrumentarse con acuerdos parlamentarios y con el consenso social. Se trata de apoyarse en la soberanía que define la democracia.
Por otra parte, el gobierno mexicano, apoyado por un relevante grupo de empresarios, ha hecho público el Plan México. En el plan no se advierte la manera en la que el gobierno enfrentará decisiones de la administración Trump, las cuales nos afectarán significativamente, como señala BBVA. Esta afectación requerirá recursos fiscales para amortiguar el impacto de los aranceles a nuestras exportaciones. Y esos recursos adicionales no están disponibles en el presupuesto 2025. Es indispensable que las empresas contribuyan tributariamente a enfrentar las previsibles afectaciones que nos provocará el trumpismo.
El gobierno español nos ha puesto un buen ejemplo de lo que hay que hacer en condiciones difíciles, en las que mientras un amplio sector es duramente afectado, otro logra ganancias extraordinarias. Las grandes instituciones que operan el negocio bancario en México (BBVA, Santander, Banorte, Banamex, HSBC, Scotiabank e Inbursa) pueden y deben colaborar con el país que les ha permitido obtener utilidades récord cada año. Aprovechemos la lección española para fortalecer las finanzas públicas mexicanas.