Washington. El gobierno estadunidense anunció la prohibición de venta en Estados Unidos de vehículos conectados que integren tecnología china o rusa, tanto componentes como software, por considerarlos un riesgo para la seguridad nacional.

El Departamento de Comercio lanzó a finales de setiembre una investigación pública sobre este asunto, que acaba de concluir con la publicación de nuevas reglas que apuntan a proteger la cadena de suministro de vehículos conectados de amenazas externas.

La prohibición será progresiva y comenzará en 2027 para el software y en 2029 para los equipamientos.

Actualmente, ningún auto conectado chino se ofrece en Estados Unidos, pero BYD vende autobuses en California que no estarán incluidos en la prohibición. Algunos fabricantes occidentales como Volvo, grupo sueco controlado por Geely, así como Polestar, Buick (de GM), Lincoln (filial de Ford) y Tesla, venden vehículos de origen chino en el mercado estadunidense.