Estamos listos para reaccionar ante el peor
de los escenarios, aseguran fuentes del gobierno federal
Martes 14 de enero de 2025, p. 10
La mandataria Claudia Sheinbaum Pardo se reunió ayer con funcionarios de alto nivel de su administración para definir respuestas frente a un probable endurecimiento de políticas antimigrantes por parte de Washington ante la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
Así lo confirmaron fuentes del gobierno federal, quienes señalaron que el Estado mexicano se ha preparado y está listo para reaccionar incluso en el peor
de los escenarios.
Se trató de una reunión de trabajo intersecretarial del gobierno de México, que se realizó a puerta cerrada en Palacio Nacional, una semana antes de la toma de protesta del magnate como próximo titular de la Casa Blanca.
Pasado el medio día, comenzaron a llegar a Palacio Nacional los integrantes del gabinete legal y ampliado, entre ellos el director saliente del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño, y el entrante, Sergio Salomón.
Además de los titulares de Gobernación, Seguridad Pública, de la Defensa Nacional, de Economía, del Trabajo, Salud, Bienestar, Desarrollo Territorial, del IMSS, del Issste, así como el director para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco (en ausencia del canciller Juan Ramón de la Fuente).
Las fuentes consultadas señalaron que se proyectaron maniobras ante posibles escenarios a los que se podría enfrentar México ante las políticas que el republicano pueda emprender en cuestiones migratorias.
Indicaron que no hay certeza respecto a lo que la próxima administración estadunidense pueda definir en torno a su política migratoria y hasta ahora sólo se conoce lo que el próximo presidente de Estados Unidos ha declarado públicamente.
Trump –quien desde su primer mandato endureció la política migratoria estadunidense– ha amagado con nuevas líneas antimigrantes que van desde la deportación masiva de personas indocumentadas hasta retirar la ciudadanía a personas nacidas en Estados Unidos (hijas de migrantes), aunque esto último violaría la Constitución del vecino del norte.
Frente al desconocimiento de la estrategia que definirá Washington, la instrucción de la mandataria federal fue que por el momento haya un sigilo total de cuáles serían las réplicas de la parte mexicana, al grado que todos los funcionarios convocados evadieron dar alguna declaración respecto al cónclave.
México tendrá una respuesta de Estado y hará públicos sus planes hasta que conozcan cuáles serán las directrices de Trump en la materia.
Hay muchas incógnitas y se desconoce cómo actuará el magnate: si sólo se deportarán a mexicanos, si intentará deportar por México a personas migrantes de otras nacionalidades, si ocurrirán o no las deportaciones masivas, o si las medidas comenzarán durante los primeros días de su administración o esperará más tiempo, entre otras.
El domingo, al presentar el informe de sus primeros 100 días de gobierno, Sheinbaum Pardo aseveró que la relación con el gobierno de Trump será de respeto, más no de subordinación y que México tendrá la frente en alto, pues es un país libre, independiente y soberano.