Beirut. El presidente libanés, Joseph Aoun, nombró ayer a Nawaf Salam, el juez que preside la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, como primer ministro tras una serie de consultas parlamentarias en el país, sumido en una grave crisis.

La candidatura de Salam, de 71 años, fue apoyada por las fuerzas políticas contrarias al movimiento chiíta pro iraní Hezbollah, un actor político de primer orden en el país, pero que salió debilitado de su última guerra contra Israel.

Aoun, comandante en jefe del ejército, fue elegido presidente el pasado día 9, con el respaldo de Estados Unidos y Arabia Saudita, tras más de dos años de vacancia del cargo, debido a las divisiones políticas, en un contexto de grave crisis económica.

Grandes retos

Hasta ahora, Líbano estaba dirigido por un gobierno interino liderado por el primer ministro saliente, Nayib Mikati. Salam, presidente de la CIJ, está actualmente en el extranjero, pero está previsto que regrese hoy a Líbano, anunció la oficina de Aoun.

El nuevo primer ministro enfrenta grandes retos como la implementación de reformas económicas para satisfacer a los donantes internacionales.

También el de reconstruir amplias zonas del territorio, tras la guerra entre Israel y Hezbollah, e implementar el acuerdo de cese el fuego del 27 de noviembre, que puso fin al conflicto.

De acuerdo con el sistema de reparto de poder en Líbano entre confesiones, la presidencia de la república corresponde a un miembro de la comunidad cristiana maronita, el cargo de primer ministro recae en un musulmán sunita y el presidente del Parlamento en un musulmán chiíta.

En virtud del acuerdo de alto el fuego con Israel, la debilitada formación islamita debe retirar a sus fuerzas al norte del río Litani, que demarca la zona meridional del país.

También debe desmantelar sus infraestructuras militares en el sur de Líbano, que desde hace décadas fue su bastión, para facilitar el despliegue del ejército y de los cascos azules de la Organización de Naciones Unidas.

Rutas de contrabando

El ejército israelí informó que atacó posiciones de Hezbollah en Líbano, entre ellas rutas de contrabando usadas por el movimiento islamita en la frontera con Siria. Estas acciones amenazan el frágil alto el fuego entrado en vigor el 27 de noviembre. La agencia estatal de noticias libanesa Nna dijo que los bombardeos israelíes golpearon las afueras de Yanta, en el este, y zonas cerca de Nabatieh, en el sur. Este medio no precisó si hubo víctimas de los ataques.