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ENTREVISTA/ Juan Grabois, Luchador social argentino
Milei representa la fase superior del neoliberalismo

Lo que el presidente del país sudamericano quiere es destrozar los derechos sociales surgidos de la políticas públicas, implica la destrucción del gobierno humano para que lo asuma el capital, fundado en el odio, el desprecio y el supremacismo de clase, afirma el líder que milita en el movimiento Patria Grande

La retórica del mandatario no puede durar mucho, ya que no redujo los privilegios de altos funcionarios, jueces, diputados ni senadores; se lanzó en contra de los derechos de estudiantes, pacientes médicos, los pobres y los trabajadores, sostiene el autor de Los peores: vagos, chorros, ocupas y violentos. Alegatos del humanismo cascoteado

 
Periódico La Jornada
Lunes 13 de enero de 2025, p. 13

El abogado militante forjado en el corralito de la crisis de 2001 en Argentina que lo llevó a organizarse con trabajadores cartoneros –pepenadores–, Juan Grabois, enfatiza que la idea central de Javier Milei es la destrucción de los derechos sociales que emanan de las políticas públicas y de todos los aspectos comunitarios que se da en la vida social. Es la fase superior del neoliberalismo, es el planteo explícito de la destrucción del Estado salvo de sus aparatos represivos.

En entrevista con La Jornada durante su reciente visita a México, el luchador social habló de su libro Los peores: vagos, chorros, ocupas y violentos. Alegatos del humanismo cascoteado, publicado bajo el sello Penguin Random House, obra que contiene los argumentos de los sectores populares que reciben epítetos, insultos y descalificaciones de los medios de comunicación y de la política.

El libro pretende hacer una defensa de las formas que encontraron los pobres de organizar su propia subsistencia, a veces de manera intelectual, a veces de manera colectiva y el rol de los movimientos sociales también con sus pecados.

Según el dirigente social, la definición del presidente de Argentina, Javier Milei, como anarco-capitalista, implica la destrucción del gobierno humano para que gobierne el capital, fundado en el odio, el desprecio y el supremacismo de clase. La creciente deshumanización no se estaría dando sólo en Argentina, sino que es parte de una cultura del descarte. Milei es un histriónico que logró sintetizar el darwinismo social, expresándolo de manera brutal y captando de manera atractiva las pulsiones de muerte que tenemos los seres humanos.

Sin embargo, la retórica del actual presidente argentino de ir contra la casta no le durará mucho, puesto que no redundó en la reducción de privilegios, ni de los altos funcionarios, ni de los jueces, ni de los diputados, ni de los senadores, sino en la reducción de derechos de los jubilados, de los estudiantes, de los pacientes médicos, de los pobres y de los trabajadores, afirmó.

La protesta, una forma de detenerlo

Para frenar la destrucción que encabeza Milei, Grabois rescata la influencia que han tenido en su generación la construcción del poder popular del zapatismo y la importancia de disputar el Estado de los procesos bolivarianos. El ejercicio del poder popular se hace a través de la protesta social, además de la organización comunitaria, y creo que eso va a ir creciendo, que mínimamente va a ser un freno fuerte al plan del gobierno, al plan de disolución de todo lo que es comunitario, advirtió.

El líder social subrayó que para comprender la llegada del ultraliberal Javier Milei es preciso retomar desde el ex presidente Alberto Fernández (2019-2023), una persona que venía de una trayectoria muy gris y muy tibia a la hora de confrontar con el poder real y de promover transformaciones profundas. Fernández fue escogido por la coalición Frente de Todos en la que participa el movimiento en el que milita Grabois, Patria Grande.

Con la franqueza que da el enfrentarse a una de las maquinarias mediáticas más rancias de Latinoamérica, la prensa derechista argentina, Grabois resaltó que después del gobierno de Fernández muy, muy malo, nuestro partido se presentó en las primarias en las PASO (elecciones primarias internas de agosto de 2023) contra el candidato amigo de los sectores empresariales de Argentina dentro de nuestra alianza, que era Sergio Massa, de manera un poco sorpresiva, porque pensábamos que sí íbamos a lograr un recambio generacional y un compañero de nuestra camada como candidato de unidad.

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▲ Para el activista, resulta importante el cambio generacional que sí se dio en México, con la llegada de Claudia Sheinbaum tras terminar la administración de Andrés Manuel López Obrador.Foto Afp

Respecto a qué llevó a la designación del entonces ministro de economía Sergio Massa –conocido como el candidato de la inflación porque la elevó casi a 140 por ciento– para competir contra Milei, el activista asevera que lo que siempre le costó al campo popular argentino fue cumplir de manera sana los recambios generacionales desde el general Juan Domingo Perón.

En este momento esa es la gran tragedia de nuestro campo: la imposibilidad de construir un recambio generacional potente y de unidad, reconoce, y admite que ante la salida de Andrés Manuel López Obrador de la presidencia de México siente un poco de envidia, porque pudieron hacer un recambio generacional con varios ministros jóvenes, una presidenta más joven que viene de la generación anterior, en referencia a Claudia Sheinbaum.

Ante la falta de una propuesta diferente en Argentina, en las disputas terminan siempre beneficiados los más mediocres, los que no tienen definiciones claras, los políticos profesionales, como Daniel Scioli, Alberto Fernández y Sergio Massa, tres candidatos que podrían ser perfectamente de la facción derecha del PRI mexicano, cuando la mayor parte de nuestro campo es afín a las ideas de Cristina (Fernández) o incluso diría de cambios más profundos, destacó.

Respecto a la victoria de Milei sobre Massa, recuerda que no fue aplastante, “y eso es importante para tenerlo en cuenta porque no es que de repente el pueblo argentino se convirtió en un pueblo deshumanizado. Sí era un pueblo con bronca, y Milei canalizó esa bronca hacia lo que él denominaba ‘casta’ (atrayendo) a la juventud que estaba muy afectada por la pandemia, que había perdido los últimos años de su colegio secundario, de su adolescencia encerrado en la casa y tenía bronca con el Estado, con la idea de la destrucción del Estado, y de la destrucción de lo común”.

Para oponerse al lassez faire del neoliberalismo, es indispensable retomar el sentido de propósito colectivo, el para qué de la actividad política que es la capacidad de planificar. “Creo que es función de las organizaciones populares de bases frenar, con la ayuda de las fuerzas políticas, el deterioro que genera Milei, y después tenemos que profundizar en la planificación del futuro, en la planificación de nuestra ‘cuarta transformación’, que nosotros la llamamos nuestro tercer plan quinquenal”, sin caer en la endogamia de la partidocracia, resaltó.

Grabois ve en México la posibilidad de promover los procesos de unidad indispensables para Latinoamérica. Solamente en unidad podemos insertarnos de manera digna en la geopolítica internacional, en los flujos económicos, en los nuevos desafíos de la digitalización de la economía, en los desafíos ambientales. Así que lo veo con mucha admiración, con mucho interés y con mucha esperanza, finalizó.