la raíz firme y el corazón por delante
Fue evidente la presencia de la cargada corporativa, ahora morenista, que hasta hace unos años era incondicional del priísmo y del panismo
Lunes 13 de enero de 2025, p. 5
Estos son tiempos de nubarrones que vienen del norte. Desde el corazón político del país, con la plancha del Zócalo llena, la presidenta Claudia Sheinbaum apeló las fibras más sensibles del nacionalismo y encendió los ánimos. La masa cuatrotera respondió a coro ante las referencias a las amenazas de quien en unos días llegará a la Casa Blanca, Donald Trump: ¡México! ¡México!
Era el colofón de una masiva concentración para celebrar los primeros 100 días de gobierno de la Presidenta. Consciente de las complicaciones que podrían darse en su relación con el principal socio comercial y con el que se comparten 3 mil kilómetros de frontera, Sheinbaum acudió a remembranzas históricas de los momentos de buena vecindad en la relación bilateral.
Hemos tenido momentos dolorosos en nuestra historia, pero resalto los buenos momentos, los buenos ejemplos de respeto a nuestras soberanías y de colaboración y apoyo, como cuando Benito Juárez recibió una invaluable ayuda de Abraham Lincoln en su lucha contra los invasores franceses, y el respeto del presidente Franklin Delano Roosevelt al general Lázaro Cárdenas.
Incluso aludió al trato hacia México durante la primera etapa del magnate en la Casa Blanca: también la buena relación de respeto y colaboración del primer periodo de Donald Trump con el presidente Andrés Manuel López Obrador
.
Fue la única ocasión en su discurso que nombró expresamente al republicano, aunque su vehemente defensa de los migrantes mexicanos que residen en Estados Unidos significó una referencia implícita a la amenaza de deportación masiva de indocumentados.
Un cierre de filas que incluyó esta vez, incluso, a la mayoría de los gobernadores de oposición: la panista María Teresa Jiménez, de Aguascalientes; los priístas, Manolo Jiménez, de Coahuila, y el duranguense Esteban Villegas, así como los emecistas Samuel García, de Nuevo León, y Pablo Lemus, debutante en Jalisco. Un espaldarazo opositor para los tiempos que se avecinan.
Entre el alboroto provocado por la gente que llegó al Zócalo, también se produjeron rencuentros en la élite morenista. Después del reciente escándalo que protagonizaron los coordinadores del partido guinda en el Senado, Adán Augusto López, y en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, ayer se dieron un abrazo.
Al parecer, con ese gesto, quedan atrás las suspicacias que deslizó públicamente el ex secretario de Gobernación al líder de los diputados sobre contratos irregulares y presunta corrupción cuando éste encabezaba a los senadores morenistas.
Al final, político de oficio, Monreal resumió el episodio en una pincelada: hay unidad
.
Un informe de transición
Formalmente ayer se convocó para celebrar los primeros días de su gobierno, aunque Claudia Sheinbaum le llamó informe de rendición de cuentas. Y en ese empeño no olvidó a su antecesor, a quien citó en seis momentos, porque los cimientos, la base, los puso el mejor presidente: Andrés Manuel López Obrador, y a nosotros nos toca consolidar, sumar y avanzar con el segundo piso, con la raíz bien firme y el corazón por delante
.
En los hechos, fue un informe de logros compartidos entre ambos. Habló de la reducción de la pobreza durante la gestión del tabasqueño; de las grandes obras emprendidas por López Obrador; del impulso a Petróleos Mexicanos con dos nuevas refinerías y hasta le confirió mérito a él en la reducción de los homicidios en el país en sus primeros 100 días de gobierno, con la tendencia que ya venía del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador
.
En medio de la vorágine de cifras que presentó para resaltar el ritmo de construcción del segundo piso de la transformación, la Presidenta refirió el asedio machista de la comentocracia que le regatea a ella su gestión: no son “el clasismo, el racismo y el machismo –que son reminiscencias de la sociedad de castas de la Colonia y del neoliberalismo– lo que produce libertad y democracia; todo lo contrario, eso ensucia y pervierte todo”.
Era un mensaje con destinatarios muy específicos que abundan entre sus adversarios, a los que con cobardía no pueden reconocer que las mujeres somos personas
.
La plaza estaba llena. Desde anteanoche comenzó a llegar al Zócalo capitalino, para copar los mejores espacios, la cargada corporativa antaño sumada al priísmo y al panismo neoliberal: el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el sindicato petrolero y la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, que encabeza el diputado Pedro Haces.
El clamor de los asistentes exigiéndoles plegaran sus banderas para que los dejaran ver a la Presidenta resultó infructuoso ante la disputa de estas corporaciones por confirmar su adhesión al segundo piso de la Cuarta Transformación.
Y sí, los petroleros y el magisterio oficial que respaldaron las reformas estructurales del neoliberalismo ayer desplazaron de buena parte de los lugares de privilegio al morenismo histórico en la Plaza de la Constitución.
Al mediodía, apenas con una hora de duración, el compromiso quedó rubricado: Claudia Sheinbaum está empeñada en mantener el ritmo frenético de transformación que durante seis años desplegó López Obrador.