Tras la escalada de violencia que se desató en Sinaloa en septiembre –por el presunto secuestro del capo Ismael El Mayo Zambada–, en los primeros tres meses de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum hubo una ligera contención en el estado, aseguraron funcionarios del gabinete de seguridad federal.

El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, y la titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Marcela Figueroa Franco, informaron en la mañanera presidencial que, si bien es mínima, hubo una disminución en la incidencia de homicidios en aquel estado de octubre a diciembre del año pasado.

En los primeros ocho meses de 2024, el promedio de asesinatos en el estado osciló entre 1.1 y 1.7, según los informes.

Sin embargo, esta tendencia cambió radicalmente en septiembre, cuando se registraron 4.8 al día, llegando al punto más alto en octubre, con 5.9 víctimas diarias en promedio. En noviembre fue de 5.8 y en diciembre 5.1, lo que indica una ligera contención en la escalada de violencia, con un descenso de 13.7 por ciento, entre el punto más alto, que fue octubre, y diciembre pasado, sostuvo Figueroa Franco.

Hay trabajo por hacer

En tanto, García Harfuch señaló que en la entidad se ha hecho un esfuerzo muy importante para disminuir la violencia. Todavía hay mucho trabajo por hacer, pero después del incremento de homicidios que se presentó, hoy se puede observar una contención en la escalada de los homicidios.

A raíz de la estrategia del actual gobierno federal en Sinaloa, el funcionario indicó que han sido detenidos entre septiembre y diciembre 43 objetivos prioritarios y 558 integrantes de células delictivas.

Además, las autoridades han decomisado más de 400 vehículos, varios de ellos blindados, y casi 700 armas de fuego y más de 100 granadas, así como 1.1 toneladas de fentanilo y 167 mil 480 pastillas de esa droga.

Más adelante, a pregunta sobre un video que circuló en redes sociales en el que aparecen presuntos miembros del cártel Jalisco Nueva Generación repartiendo roscas y juguetes a ciudadanos en Tabasco, la Presidenta enfatizó: nosotros no estamos de acuerdo. Como lo hemos manifestado, nuestra tarea es evitar que cualquier joven, ciudadano, niño, niña, vea en la violencia o en algún grupo delictivo una perspectiva de vida, porque no es una perspectiva de vida: es una perspectiva de muerte. Llamó a no hacer apología de la violencia.