Opinión
Ver día anteriorViernes 10 de enero de 2025Ediciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Ciencia social al servicio del imperio
D

e nuevo, el programa de los militares estadunidenses denominado The Minerva Research Iniciative, que estableció en 2008 el entonces secretario de Defensa, Robert Gates, con el objetivo de mejorar la comprensión básica de las fuerzas sociales, culturales, conductuales y políticas que dan forma a las regiones del mundo de importancia estratégica para Estados Unidos: publica en su página electrónica (http://minerva.dtic.mil) una convocatoria de subvenciones y becas, para el periodo de investigación del año fiscal 2024 a 2025.

Este programa recibió un fondo de 50 millones de dólares originalmente, que se ha incrementado a lo largo de estos años, y cuyo destino ha sido financiar a los académicos de las universidades estadunidenses y a los expertos en otros centros de investigación para trabajar como analistas en los temas que puedan tener incidencia en las políticas del Estado de seguridad nacional imperialista, y para mejorar la habilidad del Departamento de Defensa para desarrollar investigaciones de una ciencia social de vanguardia y de estudios interdisciplinarios llevados a cabo por los mejores académicos en estos campos. En suma, pretenden reclutar a distinguidos intelectuales para la gloria y perduración del Destino Manifiesto, en estos tiempos de renovado oscurantismo con la llegada de Donald Trump a su segundo mandato.

Es significativo que en la convocatoria se especifique el fuerte interés de los militares en que participen colegios y universidades de las comunidades negras y de otras minorías, incluyendo a instituciones educativas de los pueblos originarios de ese país, que da una idea de la necesidad de los estrategas castrenses de contar con la complicidad de las directivas de estas instituciones, en los esfuerzos declarados abiertamente de que los proyectos deben de alinearse con las más recientes estrategias elaboradas por el propio Departamento de Defensa.

Con la idea rectora que proponía Wright Mills de estudiar las estructuras del poder, a los explotadores y victimarios, desde una ciencia social al servicio de los pueblos y las clases trabajadoras, prestamos atención a los temas que este año interesan a esta corporación militar, cuyo lema es, paradójicamente, apoyando a las ciencias sociales por un mundo más seguro: 1) conflicto y cohesión societal; 2) avanzar en las mediciones de influencia; 3) Ártico en la encrucijada polar; 4) resiliencia cultural, clima y seguridad humana en Oceanía; 5) impacto social del cambio tecnológico, y 6) disuasión y competencia en las esferas civiles y militares.

La convocatoria detalla, más bien, descifra, lo que interesa al consorcio militar: 1) se pretende conocer qué mantiene a un grupo determinado unido o en conflicto, comprometido o en ruptura con una causa en particular, y cómo afectan los cambios en el ambiente social y natural a los ámbitos de la seguridad nacional, las ideologías y la geopolítica; 2) se convoca a indagar los alcances de influencia, que, según los operadores de Minerva, se expande interdisciplinariamente y comprende varios componentes sociales de liderazgo, relaciones personales y culturales. Se considera que el análisis se ha limitado a los medios de comunicación, sobre todo el digital, y su impacto directo e indirecto en la gente, por lo que se busca el desarrollo de enfoques creativos de un sistema informativo con un carácter multifactorial; 3) parece ser que el Ártico continúa siendo una región de gran importancia geopolítica y geoestratégica para los pretorianos del imperio, por lo que buscan asegurar su posicionamiento sobre este espacio de la geografía planetaria; 4) igualmente, y en relación con el Pacífico, a los militares les interesan los estudios generales de las culturas, lenguas y sistemas sociales de esta vasta región oceánica, con fines no precisamente filantrópico-ambientalistas, sino a partir de las perspectivas enclavadas en la idea obsesiva que sostenía Barack Obama, Nobel de la Paz, de ser la única nación indispensable; 5) no podían estar ausentes los impactos sociales del cambio tecnológico, que se expresan en la computación, las redes ópticas, la capacidad casi ilimitada de guardar información digital, máquinas semiautomáticas, inteligencia artificial, entre otros, y el cómo usar todo este instrumental en las estructuras de inteligencia y seguridad, naturalmente, y 6) dentro del campo de la seguridad, la disuasión ha sido históricamente una ayuda inapreciable para tomar decisiones de Estado y se constituye en el centro de la Estrategia de Defensa estadounidense en el enfrentamiento con China y Rusia.

Como ocurre anualmente, de los centenares de solicitudes que se enviarán, no más de 15 recibirán los fondos necesarios para poner en práctica las investigaciones propuestas, cerrándose este ominoso pacto entre un sector de la academia y el establishment económico-político-militar para hacer grande América (sic) nuevamente.