Cuautitlán Izcalli, Méx., Autoridades estatales y municipales, junto con vecinos de la colonia Cuarta Transformación, municipio de Tultitlán, acordaron ayer realizar una consulta pública sobre la nomenclatura de calles y avenidas de esa comunidad, luego de que el miércoles algunos habitantes quitaron láminas de la nueva cartografía y fueron reprimidos por la policía local.

Autoridades de la Subsecretaría General del Gobierno del Estado de México, del ayuntamiento de Tultitlán y el equipo de abogados de vecinos de las colonias Fimesa 1, 2 y 3 (que ahora integran la colonia Cuarta Transformación) pactaron en una mesa de trabajo suspender el cambio de nombres en tanto se lleva a cabo la votación ciudadana.

En un diálogo que se prolongó tres horas, autoridades de Tultitlán se comprometieron a cobrar impuestos y derechos a los vecinos sin exigir el cambio de documentos oficiales y a evitar las incursiones policíacas en dichas comunidades.

La mañana del miércoles, durante una asamblea vecinal, se determinó quitar las placas con los nuevos nombres. Tras enterarse, las autoridades enviaron más de 100 policías, quienes utilizaron gas lacrimógeno para dispersar a los inconformes que quitaban las láminas, con saldo de varios habitantes lesionados, entre ellos tres menores.

En noviembre de 2024 la entonces alcaldesa Elena García Martínez, de Morena, promovió el cambio de nombre de estas colonias a Cuarta Transformación, y bautizó sus calles con frases o programas del ex presidente Andrés Manuel López Obrador.

Las vialidades recibieron los nombres de Me Canso Ganzo (sic), Tren Maya, Revolución de las Conciencias, Tianguis Bienestar, Reforma Judicial y Madres Trabajadoras, entre otros, situación que generó inconformidad por la serie de complicaciones legales y burocráticas que enfrentarían sus habitantes.

En la mesa de diálogo de ayer se determinó que elementos de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM), de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano vigilen la zona a fin de evitar la presencia de efectivos de Tultitlán, al mando de la alcaldesa morenista Ana Castro Fernández.

Si alguien del ayuntamiento los quiere extorsionar, amedrentar, agredir o amenazar, podemos pedir el apoyo de la policía estatal para que procedan a la detención del o los servidores públicos, explicó el abogado Iván Fuentes Vázquez

La defensa de los pobladores aclaró que será decisión unilateral de sus representados si deciden continuar con el retiro de láminas.

Despojo de predios, origen del enojo vecinal

De acuerdo con el testimonio de lugareños y de su abogado, el enojo contra la alcaldía surgió en 2023, cuando Elena García comenzó con la evacuación y demolición de casas en las colonias Fimesa 1, 2 y 3 con ayuda de granaderos y maquinaria pesada .

Yo estaba en el hospital, con mi hijo de 12 años, para un estudio especial, y cuando regresé a mi casa, mi terreno estaba cercado con malla ciclónica. Mis muebles, ropa y demás pertenencias estaban en la calle; varios uniformados descansaban dentro de mi casa, denunció Ilse Nohemí Olmos, quien dijo que durante el desalojo le robaron diversas pertenencias.

El 2 diciembre de 2024 la policía resguardó el predio de Nohemí Olmos. Al día siguiente, un trascabo demolió su vivienda. Cómo no voy a estar enojada si me quitan mi patrimonio a la mala, en un acto de abuso de autoridad, sin notificación alguna, acusó.

En tanto, Fuentes Vázquez especificó que litiga un amparo colectivo contra la imposición del nombre y nomenclatura de 4T.

Refirió también que 150 familias cuentan con amparos federales del juzgado decimoquinto de distrito con sede en Naucalpan para no ser molestadas en sus propiedades por la policía ni por el ayuntamiento de Tultitlán.

Además, habitantes presentaron ante la Fiscalía Anticorrupción de la Fiscalía General mexiquense 90 denuncias penales por abuso de autoridad y por la demolición de casas (17 en 2023 y 20, en 2024).

Los residentes aseguraron que no son invasores, sino que compraron sus predios al ejido de San Francisco Chilpan y cuentan con cesiones de derechos y contratos de compraventa. Algunas familias ya tienen escrituras. Además, por décadas han esperado la regularización de sus lotes para dejar la marginación y el olvido gubernamental.

En un recorrido se observaron calles polvorientas sin pavimentar. Algunas aún son pendientes agrestes con rocas y maleza. Abundan tubos pagados por los propios vecinos para llevar agua a sus domicilios.

Aquí los pobladores compraron con recursos propios el transformador que lleva electricidad a sus hogares. Los postes fueron colocados por ellos hace más de 35 años, porque el municipio no lo hizo.