Cultura
Ver día anteriorViernes 10 de enero de 2025Ediciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Evocan el sentido de justicia social con el que vivió Eduardo Monteverde
Foto
▲ Ayer fue velado el periodista, patólogo y cineasta mexicano, quien falleció a los 76 años a causa de un tumor cerebral.Foto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Viernes 10 de enero de 2025, p. 4

El médico patólogo, escritor, cineasta y periodista Eduardo Monteverde falleció ayer a los 76 años, víctima de un tumor cerebral maligno. Fue una figura multifacética y deja un legado significativo en la medicina, las artes, el periodismo y la literatura.

El cuerpo fue velado ayer en la funeraria J. García López, sucursal Boutique Prim, en la colonia Juárez, donde familiares, amigos y colegas rindieron homenaje a su memoria. Allí se recordaron su compromiso con la justicia social, su inagotable búsqueda de conocimiento y su carácter entrañable.

En entrevista con La Jornada, su viuda, Fernanda de la Cueva, habló conmovida sobre la vida que compartieron durante 16 años: Eduardo siempre fue una persona increíble, maravillosa, con unas historias de vida que no podías creer. Tenemos un hijo de cuatro años. Él tiene dos hijas de 40. Somos una familia maravillosa; nos amamos mucho y lo vamos a extrañar enormemente.

De la Cueva destacó las profundas convicciones de Monteverde, quien pidió que en su funeral estuvieran presentes una bandera de la República Española y un cuadro de la guerra civil. Ambos elementos simbolizaban su lucha antifascista y su compromiso social. Amaba a los perros, fue el mejor papá, la mejor pareja, la mejor compañía, señaló con gratitud y pesar.

Nacido en 1948 en la Ciudad de México, Eduardo Monteverde estudió medicina en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde se especializó en patología en instituciones de renombre, como el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán y el Instituto Nacional de Pediatría.

Sin embargo, su pasión por el conocimiento lo llevó mucho más allá de las ciencias médicas.

Se formó también en la Universidad Karl Marx y el Centro de Capacitación Cinematográfica, donde desarrolló una visión única que enriqueció su obra documental con una perspectiva crítica y humanista. Durante más de 25 años, Monteverde exploró a través del periodismo y el cine temas de interés público y cultural, convirtiéndose en una voz relevante en estos campos.

En 2015, publicó Historias épicas de la medicina, libro que marcó un hito en la divulgación científica y cultural. El texto, compuesto por 13 capítulos, es una obra interdisciplinaria que integra arqueología, filosofía, biología y poesía para narrar la evolución de la medicina desde un enfoque humano y crítico.

El director del Fondo de Cultura Económica (FCE), Paco Ignacio Taibo II, describió la obra como asombrosa y desbordada de información. Añadió que el libro logra una mezcla única de relato detectivesco y narración lúdica, capaz de cautivar tanto al lector especializado como al público general.

De veras siento la muerte de un amigo y compañero tan fiel, con quien estuve profundamente ligado durante estos años. Lloro desde lejos por su ausencia, aunque nos quedan sus libros, los programas que hicimos juntos, su cáustico sentido del humor y los particulares caminos de su racionalidad y pasiones. Somos menos que ayer, expresó Taibo II en una tarjeta informativa.

Monteverde no sólo destacó los avances médicos, sino también las contradicciones éticas de la práctica, al mostrar tanto los actos heroicos como las fallas humanas de los profesionales de la salud.

Como docente en la UNAM, dejó una marca imborrable en generaciones de estudiantes. Impartió clases de historia y filosofía de la medicina con una pasión que iba más allá de los textos académicos, al integrar cine, música y filosofía en sus lecciones.

Fernanda de la Cueva informó que hasta el momento ninguna institución cultural se ha puesto en contacto para organizar un homenaje póstumo. Sin embargo, aseguró que su memoria y sus contribuciones culturales, científicas y académicas seguirán inspirando a quienes lo conocieron y a las nuevas generaciones.