Quito. Daniel Noboa pidió licencia, por fuerza mayor, del 9 al 12 de enero y encargó el puesto a la vicepresidenta designada por él hace cinco días, Cynthia Gellibert, pero en el mismo decreto emitido ayer reconoce que lo hace para que no se confundan los periodos que ejerce como presidente de la República y los que hará campaña, para lo cual se acogerá a licencias cuando lo considere conveniente.

Bajo esa consideración, señalada como inconstitucional por los expertos electorales y del derecho constitucional, Gellibert será presidenta encargada desde las 17 horas (local) del jueves 9 de enero, hasta las 16:59 del domingo 12, para que Noboa pueda dedicarse a hacer actos de proselitismo.

Con este decreto, el presidente buscaría evitar una infracción electoral, aunque para el resto de candidatos la contravención ya se cometió desde el pasado día 5, cuando arrancó la campaña. Ese día hizo una alocución política a sus seguidores desde el palacio de Carondelet.

En el documento también se justifican las razones por las cuales no delega la función a la vicepresidenta electa por mandato popular, Verónica Abad, reiterando que no está cumpliendo con el encargo del presidente Noboa de presentarse en Turquía.

Además, a pocas horas de emitir ese decreto, ayer en Guayaquil, Noboa participó en un acto donde se reconoció como presidente candidato cuando dijo: ahora estoy parado frente a ustedes como presidente de la República; muy pronto estaré también como candidato haciendo campaña, pero así es la vida en ciertas situaciones, a uno le toca entender cuál es la separación de uno y otro.

Y las reacciones no se hicieron esperar: la mayoría de los expertos afirman que a pesar de esta licencia se viola el artículo 93 del Código de la Democracia, porque ahí se determina que todo funcionario que se presente a una elección está obligado a pedir licencia sin goce de sueldo.

En un comunicado, varios profesionales de derecho y ciencias políticas alertaron sobre una grave crisis democrática en el país causada por la inobservancia sistemática de la Constitución y las leyes. Señalan por ejemplo las acciones del gobernante Noboa, quien no ha solicitado licencia para su campaña y ha designado a una nueva vicepresidenta, pese a que Abad fue elegida por voto popular para ese cargo. Y puntualizaron que estas irregularidades afectan el orden constitucional y el estado de derecho, por lo cual exigen una acción inmediata de las autoridades competentes.

Para el constitucionalista Andrés Benavides este decreto ratifica tres puntos: El presidente está mal asesorado. Ratifica la necesidad de pedir licencia para hacer campaña electoral cuando eres funcionario público, caso contrario no lo haría y que Gellibert presuntamente está usurpando funciones constitucionales que le corresponden a Abad.