Martes 7 de enero de 2025, p. 18
Santiago. La familia del presidente socialista chileno Salvador Allende Gossens, muerto por mano propia durante el golpe de Estado civil-militar del 11 de septiembre de 1973, divulgó este lunes una declaración donde afirma compartir la decisión gubernamental de paralizar la adquisición de la casa del malogrado mandatario, por la que se pagarían unos 933 mil dólares para convertirla en museo.
La compra de esa vivienda, junto a otras dos que pertenecieron al también presidente (1990-94) demócrata cristiano Patricio Aylwin, fue anunciada el 31 de diciembre, pero dos días después aquello devino en desaguisado cuando se estableció que prevalecen impedimentos constitucionales porque familiares de Allende que son propietarios del inmueble, ocupan cargos públicos y no pueden celebrar contratos con el fisco.
La ministra de Defensa, Maya Fernández Allende, y la senadora Isabel Allende Bussi, nieta e hija del derrocado mandatario.
El bochornoso fiasco en que esto se convirtió, y que la oposición derechista explota al máximo, hizo que el presidente Gabriel Boric destituyera este lunes a la ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, responsable política de la operación.
“Desde que el gobierno hizo público su propósito de transformar en casas museos las residencias […], la familia Allende acogió la decisión con la convicción sobre la relevancia del proyecto. La casa Allende-Bussi de la calle Guardia Vieja, ha sido parte de la historia familiar desde el año 1953 y alberga vivencias de la historia republicana que marcaron a Chile y el mundo”, dijo la familia.