En México, la cobertura sobre educación integral en sexualidad (EIS) en los planes de estudio en primarias y secundarias está en el rango de 76 a 100 por ciento, señala la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

En el documento El camino hacia la educación integral en sexualidad: Informe sobre la situación en el mundo, el organismo internacional menciona que la EIS es fundamental para el bienestar de los niños, las niñas y los jóvenes, al dotar de los conocimientos y las habilidades que necesitan para tomar decisiones saludables y responsables en sus vidas.

La EIS está en los planes de estudio de forma obligatoria al menos en estos dos niveles de educación básica, sin embargo, informó que no hay un seguimiento ni evaluación sobre cómo se imparte ni cuántos de estos temas están cubiertos durante cada ciclo escolar, además de que hay resistencia y oposición en ciertos sectores de la sociedad hacia estos tópicos.

Estos resultados pueden presentar un panorama demasiado optimista y deberían leerse con cautela, advirtió, pues algunos países pueden suponer que si el plan de estudios de educación en sexualidad es obligatorio, todos los centros que tengan el plan deberían impartirlos, y éstas son suposiciones no validadas.

En los libros de texto gratuitos en educación primaria, desde cuarto grado –y durante quinto y sexto– se abordan los temas sobre desarrollo biológico humano, que incluye cambios físicos en la pubertad y adolescencia, órganos reproductores, madurez biológica, características sexuales primarias y secundarias, menstruación, eyaculación y cuidados en la salud sexual.

A nivel secundaria se tratan los conceptos de sexualidad, género y reproducción, infecciones de transmisión sexual, la importancia del condón y cómo debe colocarse, prevención del embarazo, efectividad de los métodos anticonceptivos y los derechos sexuales a los que pueden acceder los adolescentes y jóvenes.

De acuerdo con datos recientes del Consejo Nacional de Población (Conapo), la tasa de embarazo adolescente (15 a 19 años de edad) disminuyó 30 por ciento, al pasar de 72.2 nacimientos por cada mil adolescentes en 2015, a 50.5 por cada mil en 2024. En menores de 14 años pasó de 10 mil 500 nacimientos en 2015 a 8 mil 218 para 2024, una disminución de 22 por ciento.

De los jóvenes entre 15 a 19 años de edad que solicitó servicios de salud sexual, la mayoría acudió principalmente para orientación en sexualidad (79.2 por ciento), seguido de consejería de métodos anticonceptivos (56.3 por ciento); en orientación en prevención del embarazo e infecciones de transmisión sexual (ITS) y VIH (28.6 y 26.8 por ciento, respectivamente), de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua (Ensanut) 2023.

Profesores señalaron que estos temas deben tratarse con cuidado porque no sabemos cómo van a reaccionar los padres de familia. Si bien coincidieron en que los alumnos deben estar enterados de cómo funciona su cuerpo y cómo deben cuidarse cuando decidan tener un encuentro sexual, la pena y los prejuicios limitan cómo se explican estos temas, pues muchos jóvenes no preguntan sus inquietudes por miedo a sentirse avergonzados.