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Reporte económico

Maíz. La gran deuda con el campo (2/2)

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omo hemos visto, México pasó de ser autosuficiente en maíz y otros productos básicos en la década de 1980 a ser increíblemente deficitario en la actualidad. En 2023 el país produjo 27.5 millones de toneladas de maíz, pero consumió 47 m; esto es, tuvo que importar 19.6 m, un récord de 41.6% de su consumo (gráfico 3).

Sin embargo, cabe hacer algunas puntualizaciones. En México se aplica una subdivisión convencional para el maíz: el llamado blanco, que es el utilizado para consumo humano directo, y el amarillo, que se utiliza para alimentos de aves y ganado y para elaborar productos industrializados para consumo humano indirecto. El maíz blanco es producido en el país en su totalidad y es libre de transgénicos; el amarillo es importado casi en su totalidad y todo es transgénico. Gran paso inicial ha sido cancelar la importación (mínima) de maíz blanco; falta sustituir el maíz de consumo indirecto.

La producción de maíz fue de 27.5 millones de toneladas en 2023, de las cuales 24.2 (88%) fueron de maíz blanco, 3.2 m de amarillo, y 100 mil toneladas de otros tipos (gráfico 4). En estos otros están los guardianes del maíz, los aportadores de maíces puros para la producción de semillas mejoradas. A estos guardianes se les debe retribuir con alto precio sus semillas.

Una estimación de la Sader/SIAP coloca la producción nacional de maíz blanco en 24.9 millones de toneladas en 2024, cantidad más que suficiente para satisfacer el consumo humano directo, calculado en 19.3 millones (5.6 m de autoconsumo y 13.7 vía mercado) (gráfico 5). El resto de esta producción se destina a: consumo pecuario, 4.3 millones de toneladas; semillas para siembra, 162 mil tons; exportación, 84 mil tons, y 891 mil tons son mermas.

Es por ello posible establecer un mercado interno cerrado para el maíz blanco, con ordenamientos, distribución y, sobre todo, precios remunerativos mínimos y obligatorios establecidos por el gobierno y no por la Bolsa de Chicago, como inexplicablemente permite la Sader a los acaparadores para mantener bajos los precios al productor.

Ordenar un mercado justo (no agiotista), reducir la intermediación y establecer precios mínimos de garantía de por lo menos el doble de lo actual para el productor, y máximos para el consumidor, es inaplazable. Hoy el agricultor recibe por su maíz el mismo precio en términos reales (quitando la inflación de 101.9% en el periodo) que 15 años atrás (2.6 pesos por kg en 2008 y 5.3 en 2024), mientras el consumidor paga 27.6% real más (13.4 pesos por kg de maíz procesado en tortilla en 2008 y 34.6 pesos en 2024) (gráficos 6 y 7).

UNIDAD TÉCNICA DE ECONOMÍA, SA de CV CDMX Tel./fax 555135 6765 [email protected]

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