no de los documentos que podría inspirar al futuro gobierno de Estados Unidos es el plan conocido como Proyecto 25. Este fue elaborado bajo los auspicios de la organización conservadora Heritage Foundation, su objetivo principal es cumplir con el mandato conservador, el cual debe guiar la filosofía y las acciones del gobierno durante los próximos cuatro años.

Más de 50 organizaciones conservadoras estadunidenses forman parte de su consejo editorial. Éstas abarcan una amplia gama de temas, incluyendo el medio ambiente, la educación, la economía, la salud y la política.

El Proyecto 25 argumenta que la administración actual está dominada por el marxismo, por lo que el mandato del presidente electo debe ser restaurar y proteger las tradiciones conservadoras para las futuras generaciones. Para lograr esto, el mandatario debe contar con los instrumentos necesarios para implementar este plan. Aunque Trump ha negado conocer el documento, es evidente que muchas de las ideas presentadas en su campaña presidencial derivan de éste.

En más de 800 páginas divididas en cinco secciones, el principal objetivo del Proyecto 25 es expandir los poderes del jefe del ejecutivo e imponer una visión social ultraconservadora. En cada capítulo se promueve el libre mercado y la libertad casi absoluta de los individuos para vivir su vida sin intervención del Estado. Según el escrito, el sistema de bienestar social ( welfare) es un obstáculo para el desarrollo individual, especialmente en áreas como la salud y la educación.

También se considera necesario limitar la intervención del régimen en la vida pública para garantizar la libertad de los individuos y las empresas. La regulación estatal es vista como un freno al crecimiento económico. Por ejemplo, agencias como la del Medio Ambiente deben centrarse en fomentar la cooperación entre el gobierno federal y los estatales, sin intervenir en el uso de energéticos como el petróleo y el carbón.

Entre los principales temas tratados en el documento es la inmigración. En este sentido, se propone aumentar los fondos para continuar con la construcción del muro en la frontera con México como medida para frenar la entrada de indocumentados.

Además, se sugiere deportar a cientos de miles de personas que están de forma ilegal y que ya residen en Estados Unidos. Para lograrlo, el documento plantea desmantelar el Departamento de Seguridad Interna y crear una nueva agencia dedicada a hacer más eficientes las labores de vigilancia, detención y deportación.

Otro punto clave del proyecto es que propone que el Departamento de Justicia y otras agencias independientes estén bajo el control directo del presidente. Esto permitiría a éste implementar normas y acciones más rápidas y directas en las funciones de las agencias.

En el ámbito educativo, aboga por dar a los padres más control sobre las escuelas para frenar el crecimiento de la ideología woke. Esto incorpora eliminar términos como igualdad sexual, aborto y derechos reproductivos, así como quitar los programas que garantizan el acceso al gobierno y la educación de los sectores minoritarios.

Aunque Trump ha rechazado saber del Proyecto 25 y se ha distanciado de sus objetivos, es importante señalar que los creadores del plan están estrechamente vinculados a sus asesores, e incluso algunos de ellos forman parte de su equipo de transición. No está claro si, al llegar a la Casa Blanca, Trump implementará total o parcialmente las propuestas del proyecto.

Aunque no todos los planes de este documento se encuentran presentes en la plataforma oficial del Partido Republicano, no sería sorprendente que sus líderes optaran por incorporar muchas de sus ideas, dada su naturaleza ultraconservadora.