Tras un 2024 agitado, con elecciones en México y Estados Unidos, que provocaron ajustes relevantes en el tipo de cambio y en la bolsa, en 2025 persistirán altos los niveles de incertidumbre y de volatilidad con los eventos que se avecinan, de entrada, la toma de posesión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el 20 de enero, y las medidas que anunciará en materias comercial y migratoria.

Las deportaciones podrían repercutir en la inflación y la dinámica de la fuerza laboral en ambos lados de la frontera, y más adelante, en las remesas. En México, una generación de empleo y un consumo más débiles harían retroceder el crecimiento a menos de uno por ciento en 2025, explicó Eduardo Suárez, vicepresidente de análisis económico de Scotiabank para América Latina.

Este sería el PIB más bajo del país desde 2002, cuando el crecimiento fue prácticamente nulo y apenas estaría por arriba de las contracciones de 2009, 2019 y 2020.

Aunque la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá está programada para 2026, será un tema prioritario para Trump y para todo tipo de inversionistas.

Los alegatos de que México es una puerta trasera para que China ingrese a mercado estadunidense probablemente seguirán siendo recurrentes, lo que podría mantener alta la incertidumbre, aseguró el especialista de Scotiabank.

Por otra parte, si se desacoplan las políticas monetarias de Estados Unidos y México, ello puede impactar de forma importante el tipo de cambio si el diferencial de tasa entre estos países se reduce por debajo de 5 puntos porcentuales. En tanto, el peso continuará perdiendo terreno frente al dólar y éste podría fluctuar entre 20 y 21 pesos.

Todas las empresas tienen cierto riesgo con el tipo de cambio, por lo que conviene cubrirse contra algún posible movimiento importante, recomendó José Miguel de Dios, director general del Mercado Mexicano de Derivados.

Si Donald Trump cumple lo que ha dicho sobre aranceles y deportaciones, ¿qué pasaría con el tipo de cambio? Si no se da nada de eso, ¿qué pasaría? ¿Dónde está el riesgo? ¿Cuál podría ser el peor escenario y cómo se puede medir?, planteó.