s el año de lasincertidumbres.
O a la mejor, el inicio de una década de incertidumbres.
Quiero reflexionar sobre algunas a lo largo de próximas entregas.
Para hacerlo contextualizo y festejo el centenario de la gran obra de Thomas Mann, La montaña mágica (1924).
La Montaña. Como sugiere la crítica literaria Merve Emre, leo La montaña mágica como uno de los grandes cuentos de hadas modernistas para adultos, como serían también las historias de Kafka. Aunque generalmente es considerada una novela de ideas, Mann la presenta en principio como una suerte de parábola moderna, melancólica e irónica.
Castorp. Su trama es una búsqueda que emprende nuestro héroe Hans Castorp, quien aspira a abandonar el mundo del trabajo para dedicarse a una utopía del tiempo libre y de las aventuras amorosas. Se trata de un caballero errante que se topa con su dama medieval, Clawdia Chauchat, en su búsqueda del paraíso terrenal. Todo el ambiente está impregnado de manera desproporcionada y grotesca por la muerte.
Interregno. Aunque la novela se desarrolla, según el propio Mann, antes de la Primera Guerra Mundial, la escribe en el interregno entre las dos guerras mundiales Está además marcada por las secuelas de pérdidas humanas inmensas ocurridas tanto en el campo de batalla como por la pandemia de la gripa española que afectó sobre todo las grandes ciudades europeas.
Maladie. Conviene no olvidarse que La montaña mágica es una novela sobre la enfermedad, dado que se desenvuelve en el sanatorium Berghof, donde la enfermedad está omnipresente, pero es casi invisible. Ella libera en un sentido freudiano el instinto de la muerte al lado de una fuerza erótica casi irresistible.
Muerte y deseo. Para la comentarista Merve Emre –y yo coincido–, estas fuerzas parecen definir de igual forma nuestra época. La muerte está presente por doquier, en el ámbito local o planetario desde Estados Unidos hasta Ucrania, el Medio Oriente, Sudán,etcétera. Al mismo tiempo después de la pandemia hemos sido testigos de un deseo erótico de conexión, una demanda difusa de construcción de otras formas de comunidades que confronten a los espectros de la muerte.
El duelo. Uno de los dos capítulos decisivos de la novela, es el duelo entre dos personajes claves Settembrini y Naphta, el liberal y el radical, Naphta es una mezcla de milenarismo, anarquismo y comunismo; en palabras de Castorp un individualismo anónimo y colectivo
.
Liberalismo despistado y radicalismo nihilista. Es importante reflexionar sobre la manera como se desarrolla el duelo y sobre todo el desenlace. Settembrini se niega a disparar sobre Naphta, y este, desconsolado, se dispara a sí mismo. La inacción de Settembrini seguida de la acción violenta y el suicidio de Naphta parece reflejar nuestro momento actual: un liberalismo confundido que se paraliza ante el desmantelamiento de algunos rasgos de la democracia, y un radicalismo iconoclasta que termina autodestruyéndose. En la novela el desenlace es la Primera Guerra Mundial.
Próximas entregas. Mi plan de vuelo en las siguientes entregas parte de los dilemas y paradojas planteadas en La montaña mágica, en los ámbitos mundial y mexicano.
Tomo fechas claves. En ambos casos mi punto de arranque es 1968. En el ámbito mundial el ciclo de 20 años se cierra con el derrumbe de la URSS y en nuestro país con el derrumbe del PRI en las elecciones de 1988.
Después, en el ámbito mundial algo peor que el comunismo: el fanatismo religioso en el ataque a las Torres Gemelas de 2001 y el fin de la economía de mercado en 2008. Y en México la transición que no fue (2000-2018) y el surgimiento del nuevo populismo (2018). En el mundo las reglas de gobernabilidad que ya no son (la pandemia y las guerras regionales en Ucrania y Medio Oriente), y en México el Estado ausente (pandemias y crimen organizado).
Hoy en el mundo priva la época de la canalla: con Trump a la cabeza de sus nuevos robber barons. En México las guerras intestinas.