Geometría sensible consta de 240 piezas // Busca recuperar la obra de la artista rumana en el contexto de este movimiento mexicano y en AL
Sábado 4 de enero de 2025, p. 4
Al llegar a México en 1960, la artista de origen rumano Myra Landau (1926-2018) cambió la figuración por el geometrismo; sin embargo, en este país dicho movimiento nunca la tomó en cuenta. Tal vez porque cultivó el geometrismo sensible
, que se refiere a una forma de abstracción geométrica que se aleja de la línea dura y el compás riguroso, frecuentemente relacionado con lo racional.
Geometría sensible es la exposición de 240 piezas organizada por el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) que pretende recuperar y visibilizar
la obra de Landau en el contexto de este movimiento mexicano, aunque también en el de los artistas en América Latina que buscaban otros caminos hacia la abstracción. La expositora llegó a México desde Brasil, país donde su familia se refugió para escapar del nazismo.
Aun en México, Landau mantuvo diálogos
con “estas vibraciones ópticas muy en boga en Brasil en los años 60 y 70. También con el arte de los pueblos originarios. En algún momento tal vez hay un paralelismo con la geometría de Margarita Azurdía, en Guatemala, quien es mucho más ortodoxa
, señala Pilar García, curadora de la exposición de pintura, dibujo, tapiz y libros de artista. Desde 1987 no se presentaba una muestra de su obra en la Ciudad de México, en aquella ocasión, en el Museo de Arte Moderno.
El título de esta primera exhibición retrospectiva monográfica
se refiere a la noción utilizada por el crítico brasileño Roberto Pontual en la colectiva Geometría sensivel (1978), que apuesta por la línea gestual y de carácter más libre, en contraparte a la abstracción pura y los trazos fríos.
–¿Landau fue la única persona en cultivar esta forma de expresión en México?
–Vicente Rojo –responde García–. Muchas veces lo suyo no era tan ortodoxo porque de repente había figuras geométricas dentro de cuadros abstractos.
“A Rojo se le incluye dentro del geometrismo, pero a Landau, no. En el libro El geometrismo mexicano (1977), la única mujer que menciona Jorge Alberto Manrique es Helen Escobedo.”
En su momento, no obstante, Landau fue muy reconocida por los críticos Paul Westheim, Jorge Juan Crespo de la Serna, Antonio Rodríguez, Juan Acha, Rita Eder y el mismo Manrique.
Incursionó en el grabado
Se habla de Landau como pionera al introducir (en México) una nueva materialidad y valoración al grabado
. En Brasil, anota García, “Myra hizo figuración, paisajes que tienen que ver con iglesias y tipos brasileños. Al llegar a México dejó la figuración por completo y se dedicó a experimentar con el grabado. Había tomado clases con Osvaldo Goeldi, grabador de relevancia en Brasil, hecho que le hace experimentar.
En 1963 realizó una exposición en la galería Juan Martín en la que exhibió grabados, pero en lugar de mostrar el resultado impreso, expuso las placas como si fueran casi escultóricas o tridimensionales. Trabajó una placa con diferentes ácidos para obtener distintos colores, también puliendo algunas partes y limando otras. Más adelante abandonó esta técnica porque los ácidos eran muy dañinos. En su momento fue una exposición jamás vista en México, al usar como grabado la placa y no el papel.
Tal vez por lo que más se le recuerda es por su manera de utilizar el reverso del lino; es decir, la parte rugosa, sin preparar, sobre él que dibuja con colores pasteles, lo que produce textura. Sus líneas de rectángulos concéntricos entrelazados, dibujados a mano alzada, recuerdan a textiles tradicionales. Ritmos fue su serie más emblemática.
Landau vivió más de tres décadas en México, de 1960 a 1974, en la capital, y de 1974 a 1994 en Xalapa. La Universidad Veracruzana (UV) la invitó a ser docente de la Facultad de Bellas Artes.
En 1975, al fundar el Instituto de Investigaciones Estéticas y Creación Plástica, de la UV, se integró como investigadora. Tras jubilarse se mudó a Roma, donde vivía su hija; luego, en 2012, se cambió a Jerusalén. Cuatro años después se trasladó a Alkmaar, Países Bajos, donde entonces radicaba su hija, hasta su muerte.
La abstracción geométrica de la artista cambió según el lugar donde se encontraba, asegura García.
Myra Landau: Geometría sensible permanecerá hasta el 23 de febrero de 2025 en el MUAC (Centro Cultural Universitario, Insurgentes Sur 3000).