A partir de 2023 se disparó el flujo de migrantes africanos que atraviesan territorio mexicano en busca de llegar a Estados Unidos, principalmente provenientes de la región occidental de ese continente, como Senegal y Guinea, aunque también hay un aumento de la presencia de quienes provienen de Mauritania, Egipto y Burkina Faso.

Después de que entre 2016 y 2022 se mantuvo un promedio de 3 mil 659 africanos indocumentados detenidos anualmente por las autoridades de México, la cifra ascendió casi a 60 mil después de la pandemia de covid-19, lo que representó un aumento de mil 540 por ciento en sólo un año, se señala en un estudio reciente de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.

En algún punto del recorrido, la mayoría de los flujos necesitan contratar a algún coyote para poder continuar el viaje, que dura aproximadamente de tres meses a un año, destaca.

Igual que los migrantes de otras regiones, la mayoría llega por la frontera de Tapachula, Chiapas, pero algunos se embarcan desde las costas de Guatemala para llegar a Chiapas o Oaxaca. Estos desplazamientos indican la existencia de nuevas rutas de ingreso a México y también la existencia de tráfico de personas desde un punto del país centroamericano hacia playas mexicanas en el Istmo de Tehuantepec, apunta el estudio.

En los últimos años, se ha incrementado la movilidad hacia América Latina con nuevas formas y rutas de desplazamiento, se explica en el documento, en el que se da cuenta de 17 rutas aéreas y cinco marítimas, que son usadas para cruzar el Atlántico.

La mayoría arriba a Sudamérica y desde ahí viaja hasta llegar a México, en busca de cruzar a Estados Unidos. Por un lado, están los territorios, en especial Ecuador, Chile y Brasil, que les permiten ingresar sin mayores dificultades, para posteriormente empezar el recorrido hasta México. Brasil es el destino principal de llegada de africanos; además, es el país latinoamericano con mayor representación diplomática en África.

Se detalla que debido a la posición geográfica de ambos continentes y el complicado trayecto por el océano Atlántico, el transporte aéreo es el más usado por los indocumentados, ya que, aun con las escalas en otras naciones, el costo que conlleva es el más eficaz y seguro, mientras el transporte marítimo presenta mayores obstáculos y riesgos.

Ya en Sudamérica, y de acuerdo con la situación económica de cada migrante, muchos optan por quedarse una temporada en países de esa región antes de seguir el viaje.

Al continuar, “por lo regular cruzan nueve naciones y el tiempo de viaje varía mucho, dependiendo de las circunstancias particulares, hasta alcanzar la frontera México-Estados Unidos… el recorrido lo realizan por medio de la contratación de los servicios de alguna las redes de tráfico de personas que operan desde el país de origen o las existentes en los países americanos de llegada, por lo regular pertenecientes a grupos delictivos que los conducen por el continente hasta la frontera norte de México”.

En el estudio publicado en la revista digital Rutas, de la Unidad de Política Migratoria, se argumenta que el incremento de detecciones de africanos en México obedece, en cierta medida, a cuestiones geopolíticas fuera del contexto nacional, y vinculado con el momento coyuntural en África, inmerso en una situación política y social cada vez más compleja.

Como parte de los conflictos en ese continente, se exponen las crisis armadas en Somalia, Chad, Sudán del Sur, Congo, Etiopía, Senegal, Malí, Burkina Faso, Somalia y Mozambique, así como problemas ambientales y de escasez de alimentos.