Con la finalidad de evitar su deterioro y garantizar su cuidado, la Fundación Roma pidió al gobierno capitalino emitir una declaratoria de patrimonio cultural, natural y biocultural de la Ciudad de México para el conjunto arquitectónico foro Lindbergh, ubicado en el parque México, al estar expuesto, de manera constante, al vandalismo y a actividades que no corresponden a su uso.

La organización también solicitó un plan de manejo en ambos espacios, en el que se prohíba la promoción de marcas comerciales y la realización de mítines políticos, y en su lugar impulsar actos culturales como conciertos de música clásica, teatro y danza, así como ordenar el comercio ambulante.

Además, propuso instalar cédulas explicativas en las que se hable de la historia del parque y el foro, en particular de los murales de Roberto Montenegro, así como recuperar los camerinos y contar con la paleta de colores que se utilizó para su rehabilitación en 2015.

Construido en 1927, el foro fue remozado en 2015 con un costo de 13 millones de pesos para la alcaldía Cuauhtémoc, luego de años de abandono en los que presentaba paredes descarapeladas, grafitis y basura.

Entre las mejoras, la fundación recordó el cambio del piso, el retiro de pintas y grafitis de las capas, el reforzamiento de las columnas y trabes, el mantenimiento a la fuente La mujer de los cántaros, la restauración de los vestidores creados por Montenegro, además de que se les colocó una protección de vidrio irrompible.

Sin embargo, a falta de mantenimiento, la arbitraria autorización de actos masivos y no masivos ajenos a la naturaleza de este espacio público, así como la omisión ante el desarrollo de actividades contrarias a la Ley de Cultura Cívica, han provocado, nuevamente, el deterioro de este conjunto arquitectónico de estilo art déco, refirió.

Desde 2021 y hasta noviembre de este año, el foro Lindbergh ha sido dañado en varias ocasiones con grafitis, pintas y pegatinas, lo que ha motivado la intervención de las autoridades locales y federales para su restauración, lo que no ha estado exento de polémica, pues la alcaldía ha intentando reparar las afectaciones con colores que no corresponden a la paleta original.

Construido por el arquitecto Leonardo Noriega y el ingeniero Javier Francisco Stávoli Llamas, el foro se inauguró el primero de junio de 1928 como espacio para la difusión de la cultura artística y para fomentar las actividades deportivas.