Las exportaciones de México hacia Estados Unidos han crecido, por lo que su alta dependencia del comercio exterior lo hace vulnerable a guerras arancelarias, afectando su balanza de pagos, tipo de cambio e inflación.

Así, una guerra comercial iniciada por Estados Unidos, que provocaría disrupciones en el comercio mundial, es uno de los principales riesgos para la economía a nivel global en 2025, alertan analistas económicos.

México se ha beneficiado del nearshoring y la guerra comercial entre Estados Unidos y China, convirtiéndose en su principal proveedor de bienes. Exporta principalmente vehículos y autopartes, que representan más de 30 por ciento de sus ventas totales al vecino del norte, consolidando su posición de fabricante en el mercado global.

En 2024, México se consolida como el principal proveedor de bienes de Estados Unidos, destacando la industria automotriz y manufacturas tecnológicas. Sin embargo, enfrenta desafíos frente a otros países emergentes asiáticos que ganan presencia relativa en este mercado.

El área de análisis de CIAL Dun & Bradstreet explicó que el mayor déficit comercial de Estados Unidos es con China, aunque se ha reducido desde 2018, cuando se inició entre ellos una guerra comercial: imposición mutua de aranceles y otras restricciones al comercio.

Esto demuestra que, en una guerra de este tipo, el que pierde es el país superavitario. Ya le pasó a China y debe ser considerado por México, de cara a las amenazas arancelarias de Estados Unidos y ante la próxima revisión del T-MEC de 2026. Bajo ningún concepto a México le convendría enfrascarse en una guerra de aranceles con Estados Unidos, alertó CIAL.

México enfrenta la amenaza de aranceles a sus exportaciones a Estados Unidos, como parte de las probables políticas comerciales y migratorias del presidente electo Donald Trump para 2025.

Dada la relación comercial y de inversión del país con su vecino del norte, la economía y los mercados financieros mexicanos se verán afectados negativamente. Eso traerá como resultado un menor crecimiento económico para México en 2025, aseveró Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics.

Prevé que el gobierno de Estados Unidos podría imponer un arancel de 10 por ciento a las exportaciones mexicanas en el segundo trimestre de 2025 y mantenerlo hasta finales del año. También prevé que el gobierno mexicano responda con un impuesto similar a las importaciones procedentes de Estados Unidos.

México se ve directamente afectado por el arancel de Estados Unidos a través de una reducción en la demanda de sus exportaciones, ya que sus productos serán más caros para los consumidores estadunidenses. Y dado que México tomaría represalias, esto reduciría la demanda en aquel país.

Sin embargo, al final, la cuenta comercial de México se verá afectada negativamente, ya que la reducción en las exportaciones será mayor que la de las importaciones, debido a que la proporción de las primeras en relación con Estados Unidos es el doble de las segundas. Por ello, la reducción del superávit comercial del país con el vecino del norte tendrá efectos reales en la economía nacional.