Opinión
Ver día anteriorLunes 23 de diciembre de 2024Ediciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
El colapso de la autosuficiencia alimentaria del maíz
L

a crisis en la producción de maíz en México este 2024 pone en evidencia la fragilidad de la obtención de alimentos en un entorno de crisis climática.

Se prevé que este año se produzcan sólo 23.4 millones de toneladas del grano, de las 27 o 28 millones cosechadas al año desde 2016. Esta caída ocurre al término del sexenio que se propuso lograr la autosuficiencia alimentaria y es resultado del desmantelamiento de las políticas agrícolas y de las instituciones de financiamiento y comercialización que sostenían la producción que compite en el mercado abierto con la de Estados Unidos.

Los agricultores comerciales que siembran con riego en el ciclo otoño-invierno, y producen alrededor de 8.8 millones de toneladas, fueron los más afectados. Los pocos programas que mantuvo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador dejaron fuera a quienes tienen más de cinco hectáreas de riego. Así, 84 por ciento de la producción de maíz no tuvo ningún subsidio.

Sinaloa aporta alrededor de 74 por ciento del ciclo otoño-invierno, y 24 por ciento nacional. Su maíz blanco, híbrido y no transgénico se destina principalmente a la alimentación de la gente en las ciudades.

La eliminación de los subsidios para los agricultores de riego provocó la reducción de la producción a partir de 2019, pero en 2023 repuntó alentada por los buenos precios internacionales.

El gobierno, más interesado en bajar los precios de los alimentos que en garantizar la seguridad alimentaria del país, promovió las importaciones de maíz por medio del Acuerdo de Apertura contra la Inflación y la Carestía, firmado en octubre de 2022. Quince empresas transnacionales pudieron importarlo sin regulaciones ni aranceles, incluso de países con los que México no tiene tratados comerciales.

En 2023, las importaciones del grano alcanzaron la cifra récord de 19.8 millones de toneladas. Al igual que en 1996, el gobierno realizó dumping en contra de los productores de maíz al inundar el mercado interno con grano importado de Brasil (1.8 millones de toneladas) y de Sudáfrica (259 mil).

Los maiceros de Sinaloa tuvieron enormes dificultades para comercializar su producción: el precio de mercado de 5 mil 625 pesos la tonelada estaba muy por debajo de los 7 mil pesos que demandaban para cubrir los costos de producción y lograr algo de utilidad. El gobierno decidió no otorgar un sobreprecio para un ingreso objetivo, sino pagar la totalidad de los 7 mil pesos como precio de garantía, sólo para la compra de un millón de toneladas a quienes tuvieran menos de 10 hectáreas.

En respuesta a este esquema de comercialización y ante la falta de soluciones del gobierno, los agricultores tomaron las casetas de peaje de las carreteras, las calles aledañas al palacio de gobierno, las plantas de Pemex en Topolobampo, Guamúchil y Culiacán; también paralizaron varios días el aeropuerto de Culiacán. Sostuvieron reuniones con el gobernador y en la Ciudad de México intentaron, sin éxito, ser recibidos por el presidente.

Aunque lograron ampliar el volumen de producción que Segalmex incluiría en el precio de garantía, y la participación del gobierno del estado, no lograron abarcar la totalidad de la cosecha. Las dificultades de comercialización retrasaron los pagos y varios cayeron en cartera vencida. Se emitieron órdenes de aprehensión por sabotaje contra dirigentes de organizaciones de agricultores y algunos fueron encarcelados.

El maltrato sufrido, la falta de rentabilidad de la producción y de recursos para la inversión, aunado a la escasez de agua en las presas provocaron la caída de la producción del ciclo otoño-invierno 2024 en 4 millones de toneladas.

Los productores se movilizaron nuevamente para comercializar 4.9 millones cosechadas en 2024. Con las elecciones presidenciales en puerta, el gobierno activó las órdenes de aprehensión contra los dirigentes y acordó un apoyo de 950 pesos por tonelada.

La producción del ciclo primavera-verano, que ha contado con mayores subsidios, también redujo su volumen en 2023 y 2024 en casi un millón de toneladas respecto a 2022.

Hasta septiembre de 2024, las importaciones de maíz registraron 18 millones de toneladas, 3.4 millones más que en la misma fecha del año anterior, por lo que es posible que el año concluya con una importación de alrededor de 23.1 millones de toneladas.

La dramática reducción de la producción de maíz no fue provocada por una situación coyuntural, sino por la falta de políticas agrícolas. La rentabilidad de su cultivo está cuestionada y la descapitalización de los agricultores comerciales es una realidad. Mientras tanto, la dependencia alimentaria del país se amplía.

* Directora del Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano