Damasco. El nuevo gobernante de facto de Siria, Ahmed al Sharaa, declaró ayer que todas las armas pasarán a estar bajo control del Estado, incluidas las de las fuerzas dirigidas por los kurdos, con motivo de la visita a Damasco del jefe de la diplomacia turca.

No permitiremos de ninguna manera que haya armas que escapen al control del Estado, ya sea que provengan de facciones revolucionarias o de facciones presentes en la zona de las FDS (Fuerzas Democráticas Sirias), afirmó el líder proturco.

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, tras reunirse en Damasco con Al Sharaa, declaró que no hay lugar para los militantes kurdos en el futuro del país y pidió la disolución de la milicia YPG (Unidades de Protección Popular, por sus siglas en kurdo).

En el próximo periodo, el YPG debe llegar a un punto en el que deje de ser una amenaza para la unidad nacional de Siria, afirmó Fidan, quien agregó que la comunidad internacional está haciendo la vista gorda ante la ilegalidad de las acciones de las FDS y el YPG en ese país.

Además, agregó que cree que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, adoptará un enfoque diferente.

En tanto, Al Sharaa también recibió al líder druso libanés Walid Jumblatt en un nuevo esfuerzo por asegurar a las minorías que estarán protegidas tras el derrocamiento de Bashar al Assad por los rebeldes islamitas.

El Departamento de Asuntos Políticos de Siria anunció la creación de una oficina que será encargada para los temas sobre mujeres, misma que se ocupará de las esferas jurídica, social, cultural y política de las féminas. Aisha Al-Debes, asignada al frente de la nueva entidad, declaró a la prensa que es hora de que ellas ocupen su lugar en la construcción del país.

Por su parte, el líder supremo de Irán, Alí Jamenei, acusó a Estados Unidos por la ofensiva yihadista y rebelde en Siria que culminó con el derrocamiento de Al Assad. Sus planes en Siria llevaron al caos y a la inestabilidad, y ahora Estados Unidos, el régimen sionista (Israel) y sus aliados recurrieron a conversaciones sin sentido, como los seguidores del diablo que son.