Las importaciones ilegales de textiles, en particular ropa, ha desplazado a los fabricantes establecidos en el país, pues la aportación de esta industria al producto interno bruto (PIB) manufacturero, que era de 3.6 por ciento a principios de siglo, se ha desplomado a la mitad, según datos oficiales.

De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex), en las últimas dos décadas este sector ha perdido terreno debido a que se ha abusado del Programa de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (Immex).

Rafael Zaga Saba, dirigente de Canaintex, consideró que el decreto que protege a la industria textil, firmado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo el 19 de diciembre, da un respiro al sector.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía muestran que de 1995 a 2000 la tasa media de crecimiento anual del PIB de las industrias textil y de la confección fue de 6.5 por ciento, debido al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, ahora T-MEC).

No obstante, a partir de 2001 el PIB de estas ramas ha ido a la baja.

En contraste, entre 2019 y 2023, las importaciones de mercancías de la industria textil crecieron a una tasa anual de 0.8 por ciento, y las de la industria de la confección 12.5 por ciento; así, la ropa hecha en México ha sido desplazada por las importaciones, sobre todo de Asia.

De acuerdo con la Canaintex y la Cámara Nacional de la Industria del Vestido, numerosas empresas aprovecharon el programa Immex para introducir ropa de forma temporal para realizar algún terminado.

Sin embargo, no todas las importaciones temporales salen del país, sino que se quedan para ser vendidas sin pagar aranceles ni impuesto al valor agregado.

De acuerdo con la Canaintex, las importaciones asiáticas, en particular de China, pasaron de 22 por ciento en 2019 a 67 por ciento a octubre pasado.

En 2021 se importaban de manera temporal 184 millones de piezas de ropa; actualmente son mil millones de piezas.