Washington y Nueva York., La decisión del panel de T-MEC contra la prohibición de México al maíz transgénico es un triunfo para los granjeros estadunidenses, que han padecido una caída de precios y son explotados por conglomerados que controlan un sector sostenido en parte por subsidios del gobierno.

Esto es algo increíble para los productores de maíz y para las comunidades rurales, dijo Kenneth Hartman Jr, granjero de Illinois y presidente de la Asociación Nacional de Cultivadores de Maíz, en respuesta a la decisión del panel. Este resultado se debe a los esfuerzos legales de los líderes de los productores de maíz.

Stu Swanson, presidente de la Asociación de Cultivadores de Maíz de Iowa, coincidió: Los granjeros dependen mucho del comercio y las exportaciones a México.

Zippy Duvall, presidente de la American Farm Bureau Association, una de las organizaciones de agricultores más poderosas del país, agregó: Las restricciones de México hubieran impactado la cadena de suministro de maíz, asfixiado la innovación, dañado el comercio y abierto la puerta para que otros países aplicaran restricciones similares. Añadió que el maíz biotécnico (transgénico) es seguro y las decisiones deben basarse en la ciencia, no en la política.

Los granjeros de este país produjeron aproximadamente 15.3 mil millones de bushels (un bushel es equivalente a 36.37 litros métricos) en 2023, y 12 por ciento de ese total es exportado. México es por mucho el principal comprador de maíz estadunidense, al concentrar 40 por ciento de las exportaciones de maíz de Estados Unidos, unos 733 millones de bushels.

Las exportaciones a México son uno de los pocos aspectos positivos para la industria de maíz en Estados Unidos, desafiada por la capacidad de producción y exportación de Brasil, que se ha beneficiado de los aranceles estadunidenses a China.

La recesión agrícola de Estados Unidos ya llegó, señaló The Wall Street Journal en una nota publicada el fin de semana, la cual detalló que los precios de los cultivos estaban cayendo, mientras los de las semillas, los fertilizantes y otros insumos, incluidos equipos, se están incrementando. De hecho, según el rotativo financiero, los precios de las acciones de los fabricantes de semillas y pesticidas se están elevando.

Al mismo tiempo, los precios de los títulos de las principales empresas agroindustriales, como ADM y Bayer, se han desplomado más de 20 por ciento, mientras Cargill anunció el despido de unos 8 mil empleados.

Sólo unos 2.6 millones de personas trabajan en las granjas de Estados Unidos, incluidos unos 142 mil granjeros que cultivan maíz. Pero los agricultores siguen siendo un sector poderoso que, en medio de una feroz lucha por el presupuesto, el fin de la semana pasado, logró obtener otros 10 mil millones de dólares en subsidios federales y 20 mil millones de dólares en asistencia ante inundaciones y sequías (adicionales a los 21 mil millones de dólares ya obtenidos para ese rubro en este año).

Los agricultores han señalado a lo largo del año que sus márgenes de ganancia se han reducido debido al encarecimiento de las semillas y los fertilizantes por un lado y los bajos precios que las grandes empresas agroindustriales, como Cargill, están dispuestas a pagar por el producto.

Según cálculos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), lo que ganan los productores por hectárea de maíz plantado (la diferencia entre el precio de venta y el costo de insumos) se redujo en 25 por ciento entre 2021 y 2023. Como resultado, muchas de las ganancias son obtenidas por empresas como ADM y Cargill. Ambas obtuvieron ganancias récord en 2022 y 2023, aunque se proyecta una reducción en 2024.

Sin embargo, las exportaciones de maíz son una excepción. Según la Asociación Nacional de Cultivadores de Maíz, las exportaciones generan más ingresos por bushel que las ventas dentro de Estados Unidos. Con 96 por ciento de los consumidores viviendo fuera de Estados Unidos, el futuro de la agricultura estadunidense depende en gran parte de nuestra capacidad de vender a mercados extranjeros, publicó la asociación en su portal. Advirtió que implementar las normas de los acuerdos comerciales y la reciente decisión del panel sobre el país transgénico son factores importantes. Desde que entró en vigor el T-MEC, la formación de paneles de disputas ha sido inusual y tienen que cumplir con muchos requisitos. Ahora que se tomó una decisión, los líderes de la Asociación Nacional de Cultivadores de Maíz dicen que trabajarán con la Oficina de la Representante de Comercio de Estados Unidos y el gobierno entrante para asegurar que se cumpla con la decisión.

Ese mismo punto fue destacado por el diputado federal Jason Smith, el poderoso presidente republicano del Comité de Medios y Arbitrios de la cámara baja, y quien será una voz clave en las negociaciones sobre la renovación del T-MEC.

Cuando me reuní con el ex presidente López Obrador el año pasado, dejé claro que México tiene que seguir las reglas y tratar de manera justa a los granjeros estadunidenses, y ahora hemos logrado una victoria crucial para los granjeros que han sufrido el fracaso de México en cumplir con sus compromisos del T-MEC en agricultura, declaró en un comunicado de prensa emitido poco después de anunciarse el fallo del panel. Trabajaré de cerca con el gobierno de (Donald) Trump para asegurar que México pague un precio elevado si no cumple rápidamente con las reglas del T-MEC, concluyó.