Lunes 23 de diciembre de 2024, p. 30
De mil 100 animales de 217 especies en cautiverio en el Centro de Conservación de la Vida Silvestre de Chapultepec, 10 por ciento se encuentran en etapa geriátrica y han superado su expectativa de vida.
Alberto Olascoaga, director del centro, explicó que uno de los casos más emblemáticos es la panda gigante Xin Xin, que tiene 34 años y es una de las seis de su especie en el mundo que han logrado llegar a esa edad, cuando en la vida silvestre habitualmente llegan máximo a los 15 años.
En una situación similar está la jirafa Fortunata, quien también tiene 34 años, pero en su hábitat natural llegan a vivir 25 años. Ya es abuela de Bartolo, que tiene un año y un mes de nacido.
En general, explicó el directivo, los animales longevos pueden identificarse porque son menos activos, la mayoría se la pasa durmiendo, pierden su pelaje, su masa muscular y tienen problemas en sus articulaciones, por lo que sus cuidadores deben habilitar sus recintos y preparar sus alimentos de acuerdo con su edad.
Si vemos que ya no pueden brincar una tarima les ponemos escalones o escaleras para que hagan menos esfuerzo y su comida se pica o se muele para mantener su estado de salud
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Y por eso, añadió, se logra su reproducción y se van alejando de la extinción, aunque con los pandas gigantes es complicada su gestación, pues sólo tienen tres días al año para su reproducción.
En particular, Xin Xin está destinada a vivir sus últimos años de vida en solitario, pues es improbable que se cuente con otro ejemplar más, ya que su renta por un año tiene un costo de un millón de dólares.
Durante una visita al centro, Olascoaga indicó que si bien los animales logran vivir más años en cautiverio debido a los cuidados que reciben diariamente, también enfrentan enfermedades que no se habían observado en vida silvestre.
La tasa de defunción, añadió, depende de la especie; algunos nacen, pero no logran alcanzar la vida adulta; otros, tienen un periodo de vida corto. Sin embargo, quienes están en contra de estos centros dan a conocer cifras de las muertes a conveniencia, como si su causa se tratara de mal cuidado y no toman en cuenta de qué animal se trata.