Tizayuca, Hgo., Uno de los problemas que propician el abandono de casas de interés social adquiridas por empleados de bajos recursos, a través del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), es que se ubican en unidades habitacionales no reconocidas por los municipios por lo que carecen de servicios básicos.

El Manantial es un ejemplo de ello. Construida en 2006 por la empresa Hicovi, representada por un individuo al que los vecinos conocen como Valdespino, y localizado en las inmediaciones de una presa, donde habitan unas 800 familias, en los límites de Tizayuca con Temazcalapa, estado de México.

Según los lugareños, desde hace 18 años han solicitado a la empresa que realice el proceso de entrega-recepción al ayuntamiento de Tizayuca, pero a la fecha siguen a la deriva.

Por lo anterior, las autoridades municipales alegan que se ven impedidas de dotarles de servicios como agua potable, drenaje y luminarias en las calles.

Además, los moradores deben soportar la contaminación de la presa aledaña, propiciada por el agua residual proveniente de fabricas que, acusaron los vecinos, se encuentran en las cercanías y las vierten por las noches al embalse.

Los desechos arrojados a la presa producen un hedor insoportable y molestos enjambres de moscas que ponen en riesgo la salud de los habitantes del fraccionamiento.

Aunque en 2006, los representantes de la firma colocaron una planta tratadora del agua residual que se vierte en la presa, poco duró en funcionamiento debido a que robaron varias de las piezas. Además, el ayuntamiento no puede ingresar para reparar la planta.

Otros fraccionamientos en la misma situación son Don Antonio, Rancho Don Antonio y El Cid, los cuales también se ubican cerca de la presa, donde además hay varias casas abandonadas y otras invadidas.