Aunque en Estados Unidos en 2010, Osiel Cárdenas Guillén se declaró culpable de cometer el delito de narcotráfico y operaciones con recursos de procedencia ilícita, durante su primera comparecencia ante un juez mexicano tras ser entregado a las autoridades nacionales, el ex líder del cártel del Golfo se dijo inocente de la acusación por delitos contra la salud que le formuló la Fiscalía General de la República (FGR), y luego de ello, la Fiscalía Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (FEMDO) cumplimentó una segunda orden de aprehensión en contra del ex líder del cártel del Golfo.

Osiel Cárdenas Guillén fue acusado por segunda ocasión desde el lunes que fue entregado a autoridades mexicanas, esta vez por su presunta responsabilidad en el homicidio de seis personas.

El narcotraficante fue notificado al interior del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1, Altiplano, por lo anterior deberá rendir nuevamente su declaración preparatoria probablemente mañana.

Fuentes ministeriales señalaron que Cárdenas Guillén, conocido como El Mata amigos, rechazó los señalamientos formulados por el Ministerio Público Federal en la nueva causa penal en su contra y por lo cual fue ingresado el lunes pasado al Centro Federal de Readaptación Social número 1, Altiplano, que se localiza en Almoloya de Juárez, estado de México.

La defensa del ex líder del cártel del Golfo y creador de la organización Los Zetas, integrada inicialmente por desertores del Ejército Mexicano y que luego se convirtió en otra organización delictiva, solicitó la ampliación del plazo de 72 a 144 horas para que se defina su situación jurídica.

Este caso se desarrollará con base en el anterior sistema penal, por lo que en su primera comparecencia ante el juez del caso, solamente conoció las imputaciones en su contra y el imputado realizó su declaración preparatoria, por lo que su situación jurídica se resolverá hasta el próximo domingo.

Con ese plazo, la defensa de Cárdenas Guillén en 2010 fue sentenciado en Estados Unidos a 25 años de prisión por narcotráfico y lavado de dinero, su pena le fue disminuida a 14 años y por ello se le puso bajo vigilancia de autoridades migratorias desde agosto pasado, hasta que fue entregado el lunes a autoridades mexicanas.