La caravana migrante de la peregrinación, que salió el jueves de la frontera sur, decidió avanzar por las noches para evitar las altas temperaturas del día, superiores a 32 grados centígrados en la región, informaron sus integrantes.

Cuando oscureció, los indocumentados retomaron su andar desde Huehuetán, Chiapas, donde hicieron su primera escala, y llegaron a Huixtla alrededor de las 3 horas de ayer. El mismo plan seguirían anoche para llegar al siguiente punto en el municipio de Escuintla, explicaron los integrantes del éxodo.

Decidimos continuar en la madrugada porque está más fresca; el asfalto ya no está caliente y sobre todo porque van muchas mujeres y niños; así no se sofocan por el calor, dijo el venezolano Manuel Fernández.

Los extranjeros pidieron apoyo de las autoridades de seguridad para disponer de patrullas que los acompañen y puedan contener el tránsito vehicular para evitar un accidente.

El adolescente Jeison García, de Venezuela, emprendió la travesía en busca de reunirse con su madre, quien está en Estados Unidos, y ambos poder apoyar a la familia que se queda en el país sudamericano.

Quiero ir con mi mamá, rencontrarme con mi tía y trabajar por un nuevo futuro, porque tengo pensado regresar a Venezuela, expresó el joven de apenas 18 años.

Esta es la octava caravana que sale de la frontera sur en menos de tres meses. En octubre partieron tres grupos, en noviembre otros tres y en diciembre ya van dos.

Un grupo de 13 migrantes que llevaba 14 días privado de la libertad en Ciudad Juárez, Chihuahua, fue rescatado ayer por elementos de la policía municipal y de la Guardia Nacional tras recibir una llamada de auxilio al 911 de uno de los secuestrados que logró escapar en un descuido de los criminales.

Según el reporte, nueve de los plagiados son de origen guatemalteco y cuatro mexicanos: a todos los obligaron a pedir rescate a sus familiares bajo amenaza de muerte.

Durante la madrugada del viernes, las fuerzas de seguridad locales y federales implementaron el operativo para dar con la casa de seguridad, la cual estaba cerrada con candados y rejas. Ahí localizaron a 13 extranjeros que no habían comido en todo el tiempo de confinamiento.

Todos estaban en mal estado de salud por lo que fueron trasladados a la corporación municipal, donde les dieron alimentos, ropa limpia, bebidas calientes y fueron revisados por médicos.