Este fin de semana, el músico llevará la batuta en el Cenart de una versión moderna del mito griego
Sábado 14 de diciembre de 2024, p. 4
Me preocupa que la juventud siga teniendo sueños
, expresó Lanfranco Marcelletti Jr., quien disfruta ser director de orquesta, pero soy profesor antes que todo
.
El músico de origen brasileño es el encargado de llevar la batuta en el montaje de la ópera Orfeo ed Euridice, este fin de semana, en el Centro Nacional de las Artes (Cenart), en una versión moderna que lleva la trágica historia de los dos amantes a un campo de refugiados en las orillas de un río.
La ópera para mí es una gran manera de introducir a un público muy joven
a la música, dijo en entrevista, y qué mejor que una historia de amor para hacernos soñar.
El arte sonoro es una abstracción, apunta, pero muchos de nosotros estamos perdiendo esa capacidad, porque todo el día estamos con mensajes, explica mientras muestra el celular que está en su mano. “No tenemos un momento para decir: ‘voy a estar’, ya sea pensando tonterías o algo importante”, pero sin estar frente a la pantalla.
La capacidad de poner atención que se está perdiendo ha vuelto más difícil enseñar, acepta. ¿Sabe qué está acabando todo eso? La imaginación. No podemos vivir sin sueños ni imaginaciones, y hacer música es imaginación, y muchos jóvenes no tienen ese mundo interno, no hay una fantasía de belleza. Para mí es muy preocupante
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Este sábado y domingo, la versión del mito griego del compositor alemán Christoph Willibald Gluck (1714- 1787), con libreto de Ranieri Calzabigi (1714-1795), sobre el viaje de un músico para recuperar a su amor de la oscuridad en la que ha caído, fue trasladado a un escenario y vestuario contemporáneos; los protagonistas huyen de un lugar con situaciones de violencia para buscar un mejor lugar.
El director de orquesta y pianista de origen brasileño Lanfranco Marcelleti tomó una pausa del ensayo con los músicos y cantantes de ópera de la Universidad Texas Tech para la entrevista con La Jornada. Minutos antes, entre indicaciones, también fue proponiendo algunas modificaciones que imagina en el transcurso de la repetición de las notas de la obra estrenada originalmente en Viena en 1762. Haciendo cuentas, hay más de 40 o 50 óperas escritas sobre el mito, pero en el original no tiene un final feliz
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Un trabajo difícil, pero lo amo
En el teatro del Cenart se cantará en italiano, con subtítulos en español, la historia de los amantes Orfeo y Eurídice, quienes cruzan tierras devastadas por la guerra y la pobreza. Al llegar a la costa, ella desaparece en la oscuridad. Los dioses se apiadan de Orfeo y con el poder del canto y la lira le dan la oportunidad de adentrarse en el inframundo para recuperar a su esposa, con la condición de no voltear a verla ni explicarle nada.
Mientras en el teatro los actores tienen todo en su cuerpo y en su forma de hablar, en la ópera la música hace el trabajo: mi función es encontrar estos elementos. Normalmente no tengo que hacer mucho, porque cuando el compositor es bueno, especialmente en este periodo clásico, la música se adapta a los sentimientos; depende de cómo se canta. Las notas y el ritmo son los mismos
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Con alegría y notable disfrute en su labor con los estudiantes de música, algunos de 18 años, otros de doctorado, ya de 40 años, Marcelletti reconoce que es un trabajo difícil, “pero por eso lo amo. Me emociona cuando veo a la orquesta y entiendo que debe tocar más fuerte una nota porque está diciendo: ‘¡qué horror!’; por eso me ven tan feliz. Estoy logrando que ellos entiendan por qué estamos aquí, por qué somos importantes”.
Es un género accesible
Orfeo ed Euridice cuenta con la dirección artística, de escena y diseño de proyección de Alan E. Hicks, quien desde 2023 es director del Teatro Ópera de la Universidad Texas Tech, donde en noviembre se estrenó esta producción y ahora se presenta al otro lado de la frontera.
El problema que tenemos con este tipo de música es que no es parte de nuestro día a día. Yo soy brasileño, tenemos una música popular muy bonita, el carnaval, y ustedes tienen música fantástica, pero no quiere decir que la ópera es un género que las personas no escucharían, es que no tienen oportunidad de escuchar. Así que para mí el gran reto, en nuestros países principalmente, y les voy a ser más sincero, incluso en países del primer mundo, es traer a la gente al teatro y hacer algo realmente interesante.
Una sinfonía es muy abstracta. En opinión del profesor brasileño, la ventaja es que la ópera tiene palabras y una historia, acción, así que hay más de una cosa para conectarse; es un género con más acceso. El mundo sinfónico es mucho más difícil y no hay preparación de los niños para escuchar música abstracta
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Orfeo ed Euridice se presentará en dos funciones este fin de semana a las 18 horas en el Teatro de las Artes del Cenart (Río Churubusco y Tlalpan). La entrada es gratuita y la función de mañana se transmitirá en vivo por el canal de YouTube del Cenart.