Los connacionales que son retornados de Estados Unidos a México, y cuyos hijos nacieron en territorio estadunidense, enfrentan una serie de trabas burocráticas para integrarlos legal y socialmente a nuestro país, pues carecen inclusive de acta de nacimiento.

Esa problemática fue debatida por especialistas durante la presentación del Manual de identidad: Una guía para registrar la nacionalidad mexicana de su hija o hijo, elaborado por el Instituto para las Mujeres en la Migración (Imumi) y se realizó ayer en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

El documento refiere que la encuesta intercensal del Inegi 2015 indica que 78 por ciento de los mexicanos retornados se encuentran en 10 entidades.

De acuerdo con los datos, en ese año alrededor de 600 mil niñas y niños nacidos en Estados Unidos con uno o ambos padres mexicanos, vivían en México. De ese total, alrededor de 300 mil menores no tenían documentos de identidad mexicana pese a ser un derecho.

Además, cuatro estados fronterizos concentran más de la mitad de todas las niñas y los niños nacidos en Estados Unidos que viven en México: Baja California (19 por ciento), Chihuahua (16 por ciento), Tamaulipas (10 por ciento) y Sonora (8 por ciento).

Muchas de estas familias trasnacionales han enfrentado problemáticas para obtener el derecho a la identidad en la nación de sus padres y madres.

Estas cifras revelan que, si bien lograr la documentación de estas personas debe ser un esfuerzo nacional, es necesario orientar más tiempo y recursos en los estados fronterizos del norte, y que la promoción de políticas públicas a nivel estatal es particularmente importante, remarca el manual.

Acceso a salud y educación

Gretchen Kuhner, directora del Imumi, señaló que estas familias enfrentan diversas trabas en diferentes espacios como registros civiles y acceso a la salud y la educación.

Al no tener al menos un acta de nacimiento o CURP, se les limita, agregó, uno de los derechos más profundos que es el de la identidad, el existir.

En el acto, Brenda Ávila, mexicana que junto a su familia vivió ocho años en Estados Unidos y dos de sus hijos nacieron en ese país, narró que en 2012 decidieron regresar a México y a la fecha, no ha podido regularizar a sus hijos, hoy de 16 y 17 años.

Detalló el viacrucis que han enfrentado durante casi 12 años, al grado que hoy sus hijos –una mujer y un varón– cursan el bachillerato, pero les han negado inscripciones en distintos colegios por falta de CURP.

Actualmente tienen un curso provisional, pero tememos que cuando quieran entrar a la universidad se les niegue el acceso o se les retenga el certificado de la prepa, no cuentan con beca ni seguro de vida, apuntó.

El hombre está por cumplir 18 años y, estimó Ávila, tendrá enormes dificultades para obtener la credencial de elector.

El manual presentado por el Imumi ante funcionarios del gobierno federal, incluye algunas de las trabas burocráticas que enfrentan estas familias trasnacionales: problemas para traducción de las actas del inglés, que en Estados Unidos sólo se usa un apellido, el requerimiento de presentar testigos que den fe de la maternidad o paternidad, entre otros.