Autoridades de ambos países acuerdan inspecciones
Viernes 13 de diciembre de 2024, p. 25
Estados Unidos reabrió este jueves la frontera con México a las importaciones de ganado en pie mexicano, luego de que las autoridades de agricultura de ambos países firmaron un protocolo de inspección para contener la propagación del gusano barrenador, tras detectarse un caso el pasado 21 de noviembre en Catazajá, Chiapas, proveniente de Centroamérica.
El protocolo establece que el personal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) inspeccionarán las cabezas que se deseen enviar hacia territorio estadunidense para certificar que cumplen con las condiciones sanitarias, informó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en un comunicado.
El 21 de noviembre pasado se detectó un caso en Catazajá, por lo que al siguiente día el gobierno de Estados Unidos cerró la frontera sur de manera temporal a las importaciones. Para reabrirla, las autoridades y productores mexicanos debían controlar la circulación del insecto en territorio nacional, ya que desde 1991 no se había detectado algún caso.
La Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas estimó que en tres semanas se reabriría la frontera norte, lo que implicaría que unas 75 mil cabezas –equivalentes a 75 millones de dólares– quedarían detenidas en el país.
La Sader precisó el miércoles que ha inspeccionado más de 116 mil cabezas entre el 28 de octubre y el 10 de diciembre en los puntos de verificación e inspección federal de Catazajá, Huixtla y La Trinitaria, en Chiapas, para detener la diseminación del gusano barrenador proveniente de Centroamérica.
La secretaría indicó que el punto de Catazajá cruza más de 90 por ciento del ganado que transita por el sursureste del país, por lo que personal oficial del Senasica inspecciona, revisa, cura heridas y aplica medicamentos, así como baños larvicidas a alrededor de tres mil animales por día.
Durante el tiempo que la frontera estuvo cerrada, en Durango el precio del ganado en pie cayó hasta 50 por ciento. Según Rogelio Soto Ochoa, presidente de la Unión Ganadera de Durango, el becerro, que se vendía en la frontera hasta en 18 mil pesos, se comercializó en el mercado nacional por sólo 9 mil.
Con información de Saúl Maldonado, corresponsal