Economista recomienda regularizar a más de 8.3 millones de personas
Jueves 5 de diciembre de 2024, p. 4
En caso de concretarse una deportación masiva, como ha señalado el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ese país enfrentaría la peor caída del producto interno bruto autogenerada de su historia, por encima de las últimas grandes crisis que ha tenido, advirtió el especialista en economía y migración de la Universidad de California, en Los Ángeles (UCLA) Raúl Hinojosa Ojeda.
Al hacer un análisis de qué pasaría si ese país deporta a los 8.3 millones de trabajadores indocumentados, a quienes se les sobrexplota, no sólo México tendría un impacto negativo, sino que la economía de Estados Unidos también saldría perjudicada.
En cambio, si a este mismo número de migrantes se les autorizara la residencia, habría un gran auge económico y un impacto gigantesco
, porque podrían participar en el mercado laboral formal, y con ello, destinarían más de sus gastos en educación, invertirían en otras cosas y pagarían impuestos, lo cual representaría un resultado positivo que en 10 años equivaldría a 2.8 billones de dólares (trillones en Estados Unidos).
Lo que se necesita es documentarlos para mejorar la economía de Estados Unidos y los que más se van a beneficiar de una reforma migratoria en este sentido sería la gente que votó por Trump; en contraste, a los que peor les va a ir con la deportación masiva son a esos votantes de Trump, porque el precio de la comida subiría
, aseveró el experto en relaciones migratorias y comercio.
Durante la ponencia que ofreció en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, titulada El futuro de la migración entre Estados Unidos y México: Impactos económicos de las deportaciones, legalizaciones y remesas, señaló que una deportación masiva traería un incremento en los alimentos y los hogares gastarían más en comida.
Hinojosa Ojeda proyectó que de los 8.3 millones de indocumentados que deportarían, 60 por ciento son mexicanos y eso implicaría ajustes en la vivienda, porque regresan a sus casas y aumentaría el desempleo en el país.
Además, añadió, se acabarían las remesas, y entonces se enfrentaría un doble impacto en comunidades específicas, porque van a recibir a trabajadores y no van a llegar más dólares. Pero en vez de deportaciones, si se regulariza a los migrantes, tendría un impacto positivo en la economía de México, porque las remesas aumentarían hasta 65 por ciento en los próximos 10 años y el ingreso per cápita se elevaría 5.2 por ciento. Dichos efectos tendrían mayor impacto en Baja California, Campeche, Chihuahua, Coahuila, Chiapas, Guerrero y Michoacán.
El especialista de la UCLA detalló que 14.6 por ciento de los ingresos en Michoacán provienen de las remesas de las que dependen un promedio de 59 municipios, mientras en Guerrero, 13.7 por ciento de los ingresos son de envíos de dinero, los cuales impactan en 32 municipios, al igual que 13 por ciento en Zacatecas, beneficiando a 21 municipios y 10 por ciento de remesas en Oaxaca, con un impacto en 77 municipios.