Pristina. Varias personas fueron detenidas ayer en Kosovo tras una explosión que dañó un importante canal que suministra agua a dos centrales térmicas del país, al tiempo que acusó a Serbia de haber orquestado la acción.

El primer ministro, Albin Kurti, anunció que la policía efectuó registros y detenciones y recogió testimonios y pruebas. Los criminales y terroristas tendrán que enfrentarse a la justicia y a la ley.

No se reportaron heridos por las explosiones, de acuerdo con autoridades, y ayer la policía kosovo-albanesa llevó a cabo varios arrestos en el municipio de Zubin Potok, en el norte de la región.

El gobierno kosovar afirmó que el Estado serbio cuenta con la capacidad de llevar a cabo un ataque criminal y terrorista de este tipo, al tiempo que las autoridades aprobaron medidas adicionales para reforzar la seguridad en torno a instalaciones y servicios esenciales, como puentes, transformadores, antenas, lagos y canales, entre otros.

A su vez, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, y la cúpula de su gobierno desmintieron categóricamente toda relación con el ataque y describieron el suceso como una operación de falsa bandera de las autoridades kosovares para redoblar su presión sobre la población de mayoría serbia.

Las acusaciones infundadas, hechas apresuradamente y sin ninguna evidencia, son profundamente irresponsables y preocupantes. Tales afirmaciones sin sustento tienen como objetivo dañar la reputación de Serbia, así como socavar los esfuerzos para promover la paz y la estabilidad en la región, denunció Vucic en un mensaje en su cuenta de Instagram.

En tanto, el primer ministro de ese país, Milos Vucevic, también se expresó en términos todavía más contundentes a expresar el temor de que las instituciones de Kosovo aprovechen los acontecimientos (...) para ejercer más presión y atacar a la comunidad serbia, tras denunciar incursiones de la policía kosovar en varias poblaciones de mayoría serbia en torno a Zubin Potok.

En un comunicado, la fuerza de paz de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Kosovo aseguró que desde la noche (del viernes al sábado), la Fuerza de Kosovo (KFOR) está protegiendo el acueducto y el área circundante. Además, la KFOR ofrece garantizar la asistencia logística, la eliminación de dispositivos explosivos y el apoyo técnico a las estructuras en ese país.

El alto representante de la Unión Europea para asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, condenó el ataque, al que calificó de acto despreciable de sabotaje contra infraestructuras civiles esenciales en Kosovo.

En tanto, Estados Unidos, por conducto de su embajada en Pristina, también denunció enérgicamente el ataque contra infraestructuras críticas; Francia pidió que se arroje toda la luz posible sobre lo sucedido, al tiempo que Turquía invitó a todas las partes que eviten una escalada y ofreció su ayuda a Kosovo.

Las tensiones entre los dos países persisten desde la guerra de finales de los años 90 entre fuerzas. Kosovo declaró su independencia en 2008, pero Belgrado no la reconoce e incentiva a la comunidad serbia en ese país a no someterse a la autoridad de Pristina.