Doha. Esta temporada la recordará Sergio Pérez como una de las más difíciles de su carrera. En la sprint del Gran Premio de Qatar quedó último, pero a la hora de calificar, el mexicano supo revertir los inconvenientes de su Red Bull para colarse entre los primeros 10 en la parrilla de salida. Checo logró ubicarse en el noveno puesto para buscar enmendar un serial que ha sido poco menos que de pesadilla, como ha dicho el piloto en varias oportunidades.

Para Pérez, esta carrera antes del Gran Premio de Qatar sirvió más como un circuito de pruebas que una competencia real. Por eso dijo que prefirió sacrificar esta sprint, en la que arrancó desde los pits, y concentrarse en la carrera de hoy. Lo cual quedó claro al lograr remontar y colocarse en la novena posición.

Los problemas con el auto de Pérez persisten, por los continuos cambios que el equipo realiza al monoplaza y a los cuales el mexicano atribuye una racha de malos resultados en la temporada.

La carrera sprint empezó mal para Checo al no poder salir cuando el semáforo se lo indicó y por lo cual el argentino Franco Colapinto lo rebasó. Se durmió Checo, comentó al respecto el piloto sudamericano. La carrera del mexicano fue pésima y quedó en último lugar.

Hemos cambiado bastante, indicó el mexicano; “al final tenemos esa desconexión con el balance que nos está costando mucho. No creo que hayamos mejorado, al contrario, tenemos que hacer cambios.

Estuve detenido algunos momentos, ya que mis neumáticos se enfriaron al estar cinco minutos parado, cuando tenía a Franco por detrás, la idea era ir con aire limpio; pero intentaremos mejorar en lo que resta del fin de semana, agregó Checo.

Eso molestó al jefe de Red Bull, Christian Horner, quien señaló que tendrá que hablar con Pérez para saber qué ocurrió en la sprint.

No lo sé, para ser honesto. Necesito hablar con él al respecto. Parecía que simplemente calculó mal, pero cuando se apaga la luz, se supone que debes salir.

Por eso fue más relevante su trabajo en las calificaciones, en las que logró meterse a la Q3, tras cuatro carreras sin éxito, y apropiarse de la novena plaza para la salida en el Gran Premio de Qatar.

En la calificación final, Max Verstappen había puesto fin a la se-quía de Red Bull en la pole position en cinco meses. Sin embargo, fue sancionado y perdió la posición de privilegio, para beneficiar al británico George Russell (Mercedes), quien saldrá en primer lugar.

El neerlandés rodó demasiado lento y molestó al británico, quien preparaba su última vuelta rápida al final de la Q3, la tercera parte de la clasificación, y fue castigado con una plaza en la parrilla de salida. Lando Norris y Oscar Piastri, de McLaren, fueron tercero y cuarto, respectivamente.

En la sprint Norris prefirió ceder su puesto y darle la victoria a Piastri, desafiando las órdenes de McLaren que busca su primer títu-lo de constructores de Fórmula 1 en 26 años.

Durante la competencia se escuchó en la radio del equipo que le pidieron a Norris terminara adelante de Piastri. Él eligió regalarle de todos modos la victoria a su compañero de equipo, haciéndose a un lado en la salida de la última curva y luego barriendo de nuevo frente a Russell, quien terminó tercero.