Por los precios es sabido que bolsas y ropa no son originales: vendedora
Sábado 30 de noviembre de 2024, p. 24
La plaza comercial ubicada en la avenida José María Izazaga 89, colonia Centro, abrió ayer con normalidad, a pesar de que la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) señaló que se cuantificaron más de 260 mil productos apócrifos que se confiscaron durante el operativo que encabezó la Secretaría de Economía la tarde del jueves.
En la calle Nezahualcóyotl, donde se encuentra otro acceso al inmueble de 16 pisos, varios sujetos realizaron actividades de carga y descarga de mercancía en cajas de cartón que trasladaron en diablitos y vehículos motorizados sin que tuvieran contratiempos.
En un recorrido por ese lugar, que abre de 10 de la mañana a las 18:30 horas, se observó que personal del área de administración, de origen asiático, visitó distintos locales para supervisar su mercancía, y en todo momento contaron con el resguardo de empleados de una empresa de seguridad privada identificada como Dragón Rojo, vestidos de negro, con chaleco táctico, gorra, pantalón de cargo, botas, con radios de comunicación y que a simple vista no portan armas.
En las entradas principales y algunos pisos hay vigilancia de efectivos de la Policía Bancaria e Industrial (PBI), adscritos a la SSC, y aunque algunos locales estuvieron cerrados, otros tienen letreros de se renta
en español y mandarín; en otros no se ocultaron las bolsas y ropa con las marcas Coach, Michael Kors, Tory Burch y Lacoste, entre otras.
Una vendedora admitió que los productos no son originales
y su precio lo confirma: por ejemplo, una bolsa Kipling cross body se vende en 180 pesos, cuando en una tienda departamental tiene un valor de al menos 3 mil 500 pesos; otros productos como camisetas tipo polo se dan en 380 pesos, cuando en boutiques cuestan 2 mil pesos.
La situación de las plazas ubicadas en Izazaga, en los números 38 y 151, así como en la calle Flamencos 9, es similar en cuanto a la venta de productos, maniobras de carga y descarga y que son vigiladas por personal de seguridad que también es de la PBI, privada y del estado de México.
El último inmueble es de reciente apertura, de acuerdo con el testimonio de un comerciante, quien dijo que durante años fue un estacionamiento, que luego quedó abandonado. Los entrevistados, que pidieron el anonimato, coincidieron en que las personas de origen asiático son las que rentan los edificios a los dueños, y en los recientes meses han contratado a migrantes de Chile, Venezuela y Haití que atienden los locales.