La política de establecer precios máximos al gas LP se mantendrá en el país porque el energético debe tener un precio razonable, que les permita a los gaseros obtener ganancias sin que la población pague de más, recalcó la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

La semana pasada, las empresas agremiadas en la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado de Petróleo y Empresas Conexas (Amexgas) demandaron al gobierno revisar el tope de precios. A inicios del presente mes, el Gremio Gasero Nacional (GGN) amagó con un paro, mismo que suspendió luego de que la Secretaría de Energía estableció una mesa de diálogo.

Consultada ayer sobre la petición de los gaseros, la presidenta Sheinbaum expresó: El precio del gas LP tiene que ser razonable, que le deje ganancias al gasero, pero que sea un precio que permita que las familias mexicanas, todas las que usan gas LP, no estén pagando de más. O sea, ¿cuál es la razón de liberalizar el precio si la fórmula establecida indica que a partir del precio internacional de los costos de transporte y al mismo tiempo, la ganancia?

Al descartar la petición de liberar el precio de este combustible, explicó que a diferencia de la gasolina, de la que se controla su precio con un ajuste en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), para el caso del gas LP no hay algún subsidio, sino que, reiteró, se estableció un precio máximo por medio de una fórmula a partir del precio internacional y de los costos de transporte, pero en la que ya se contempla la ganancia de los gaseros y distribuidores. Con eso se evita que aumenten los precios sin límite, agregó.

Recordó que cuando fue jefa de Gobierno de la Ciudad de México disminuyó casi en 30 por ciento el precio del combustible, luego de que lo aumentaban solamente por acuerdos entre ellos, no porque representara realmente un cambio en los precios internacionales. Como parte de las negociaciones, se apoyó a las empresas en materia de seguridad para el reparto; en eso se les puede seguir apoyando, pero nosotros tenemos una responsabilidad, y ellos también, con la econo-mía popular.