Crea Polonia mecanismo antiaéreo similar a cúpula de hierro
de Israel
Sábado 23 de noviembre de 2024, p. 17
Ante el temor de que Moscú tome medidas militares contra los estados bálticos, Finlandia o Polonia, si Kiev es superada en la guerra, los países europeos redoblaron esfuerzos para prepararse frente a posibles agresiones y comenzaron a construir sistemas de defensa, zanjas antitanques y trampas para vehículos de guerra, además de instalar búnkeres antibombas.
El conflicto entre Rusia y Ucrania intensificó las tensiones en los últimos días, con ataques ucranios en territorio ruso utilizando artillería occidental y el lanzamiento de un nuevo misil desarrollado por Moscú. Dicho panorama reforzó la percepción entre las naciones europeas de que la defensa no es opcional, sino una necesidad crítica.
Según un análisis publicado por el diario británico The Independent, dichas naciones también consideraron la posibilidad de crear campos minados, incluso evaluando el uso de minas antipersonales.
El gobierno polaco invirtió aproximadamente 2 mil 500 millones de euros en un sistema de defensa fronterizo, que incluye la construcción de un mecanismo antiaéreo similar a la cúpula de hierro
desarrollada por Israel y Estados Unidos, con el objetivo de proteger sus fronteras de una eventual amenaza de Moscú.
Polonia destinó 4.7 por ciento de su PIB a defensa, equivalente a 37 mil millones de euros. Francia, por su parte, aumentó su gasto militar en los últimos ocho años y se previó que superará al de Reino Unido para 2027. Los Países Bajos, tras décadas de reducir su presupuesto militar, revirtieron esta tendencia en 2022 y proyectaron duplicar su inversión en defensa en los próximos cinco años.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, anunció la construcción de nuevas plantas para fabricar municiones y el fortalecimiento de las ya existentes. En el norte de Europa, más de mil millones de euros se invirtieron en la construcción de instalaciones para producir proyectiles de artillería de 155 mm, utilizados por Ucrania a niveles no vistos desde la Segunda Guerra Mundial.
Suecia, Noruega y Dinamarca incrementaron sus presupuestos militares en porcentajes de dos dígitos año tras año. Alemania, que había reducido drásticamente su gasto militar tras la Guerra Fría, aumentó su gasto en dos tercios desde la anexión de Crimea en 2014.
El conflicto entre Rusia y Ucrania en 2022 marcó un Zeitenwende (punto de inflexión
) para Alemania, según señaló el canciller Olaf Scholz, quien comprometió una inversión inmediata de 100 mil millones de euros para subsanar las carencias en municiones y equipos.