Sábado 23 de noviembre de 2024, p. 6
Londres. El equipo de Joy, una película sobre los pioneros británicos de la fecundación in vitro (FIV), espera concientizar sobre el estatus frágil
de esta técnica de procreación asistida, cuando está siendo cuestionada por los conservadores estadunidenses.
Estrenada ayer en Netflix, Joy relata la feroz oposición a la que se tuvieron que enfrentar los científicos que desarrollaron esta técnica en los años 1960 y 1970, que condujo al nacimiento de Louise Joy Brown en 1978, el primer bebé probeta.
La fecundación in vitro fue vilipendiada por la Iglesia y los medios de comunicación, como se recuerda en este largometraje, con un reparto de prestigio: los Thomasin McKenzie y Bill Nighy.
Louise Joy Brown, que tiene ahora 46 años, dijo estar encantada con el estreno de la película, que concede a los científicos el reconocimiento que merecen
.
A pesar de más de 10 millones de nacimientos mediante FIV, esta técnica es cada vez más atacada, sobre todo en Estados Unidos, donde ciertos conservadores quieren restringir su uso.
En otros países, incluidos algunos europeos, el conservadurismo religioso y las dificultades financieras de los sistemas de salud pública han tenido el efecto de limitar de facto el acceso.
La situación sigue siendo muy frágil
, afirma el actor James Norton.
Pionera olvidada
Para el director Ben Taylor, que tiene dos hijos concebidos mediante FIV, el objetivo de la película no es centrarse en las controversias actuales.
Señaló: nuestra historia es de oposición. Habla de miedo, de ignorancia y de personas que intentaron obstaculizar algo que se desarrolló con el objetivo de dar esperanza a las familias
.
El director decidió centrar la historia en la experiencia del personaje de Jean Purdy. Esta enfermera y embrióloga fallecida en 1985 jugó un papel fundamental en el desarrollo de la FIV, pero fue invisible durante décadas.
No fue hasta 2015 que su nombre fue añadido a una placa instalada en un hospital del norte de Inglaterra donde el equipo trabajó durante años.