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Queremos que la diversidad sea el sello permanente de nuestra programación: Raúl Uribe
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▲ El Teatro de las Artes en procesoFoto cortesía del Cenart
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▲ Asistentes a la jornada del Eurojazz del domingo pasado.Foto Marco Peláez
 
Periódico La Jornada
Viernes 22 de noviembre de 2024, p. 4

Un pianista que desafía paradigmas tocando con una sola mano, un concierto sonidero que une a generaciones, una carrera de seis kilómetros y un simposio sobre inteligencia artificial en las artes, entre otras actividades, han sido parte de la programación conmemorativa por los 30 años de vida del Centro Nacional de las Artes (Cenart).

Raúl Uribe, encargado de la programación artística de dicha instancia, describió este esfuerzo como un cambio significativo en el enfoque curatorial de la institución.

Para este aniversario, el eje de trabajo fue abrir las puertas a expresiones culturales que no habían tenido un lugar aquí en casi tres décadas. Queremos abrazar la diversidad y convertirla en un sello permanente, explicó Uribe en entrevista con La Jornada.

Esta voluntad de inclusión se plasma en proyectos como Sonideros en el Cenart, que celebra esa cultura tras ser declarada patrimonio intangible de la Ciudad de México en 2023.

El Cenart ha desplegado una ambiciosa serie de actividades que resalta su relevancia en el panorama cultural del país. La programación abarcó desde la tradición hasta las expresiones más vanguardistas, añadió el director de programación artística.

“Desde su fundación en 1994, cuando se estrenó la ópera Ildegonda, con dirección de Luis de Tavira, esta institución ha acogido miles de obras de teatro, danza, circo, conciertos y exposiciones. Su legado es vasto, pero las celebraciones del aniversario buscan ir más allá del pasado: se trata de mirar al futuro y plantear nuevas preguntas.”

Entre las actividades conmemorativas destacan más de 20 programas, incluidos cinco encuentros académicos internacionales y 16 exposiciones en sus espacios, además de exposiciones itinerantes en 10 estados del país.

Uribe subrayó la curaduría de encuentros como el Festival Internacional de Piano Blanco y Negro. Con el subtítulo Blanco, negro y de colores, el encuentro celebró este año la diversidad con artistas reconocidos como el pianista clásico británico Nicholas McCarthy, quien toca exclusivamente con la mano izquierda, y jóvenes talentos como la mexicana Aranza Ortega.

En el ámbito académico, el Cenart impulsó reflexiones sobre temas contemporáneos, como la relación entre la inteligencia artificial y las artes, abordados en el Simposio Internacional Migraciones Creativas. Asimismo, talleres impartidos por figuras como el dramaturgo experimental Rodrigo García introdujeron discursos periféricos y disruptivos en las artes.

Por su parte, el Centro Multimedia contribuyó con iniciativas innovadoras como la Feria Maker, que reunió a artistas e inventores para explorar el cruce entre tecnología y arte. Estas actividades no sólo celebran el pasado del Cenart, sino que reafirman su papel como un espacio donde se debaten las vanguardias artísticas y se reimaginan las prácticas creativas.

Sin embargo, uno de los desafíos más importantes para el Cenart ha sido atraer nuevas audiencias. Uribe señaló que actos como el Festival Sinergia, dedicado a bandas emergentes, y el ciclo La Ópera Es Puro Cuento, orientado al público infantil, han sido claves para diversificar sus asistentes. “Queremos que las personas vean el Cenart como un territorio de paz, convivencia y apropiación del espacio público.

“Los festivales masivos, como la Feria de las Calacas, organizada con Alas y Raíces, han demostrado ser herramientas efectivas para atraer a públicos diversos. Este enfoque ha rendido frutos significativos: en tan sólo un año, las audiencias del Cenart se han duplicado, logrando cifras récord como los casi 58 mil asistentes que disfrutaron del Festival Eurojazz 2023, marca que se espera superar este domingo durante la clausura de la edición actual.

El arte y la cultura son derechos, y el Estado tiene la obligación de garantizarlos. En el Cenart, cada persona encontrará su lugar y se sentirá parte de una comunidad diversa y dinámica, concluyó Uribe.