Jueves 21 de noviembre de 2024, p. 30
Tras detectar que una tercera parte de los hogares en México sufren algún nivel de pobreza energética, Greenpeace urgió ayer a las secretarías de Bienestar y de Energía a acelerar la transición y acceso a las fuentes renovables para que las familias puedan satisfacer sus necesidades básicas y exista mayor equidad para la población en materia de educación, nutrición, salud, entretenimiento y adaptación al cambio climático.
Al presentar la Estrategia Nacional de Democracia Energética (2024), Pablo Ramírez, campañista de energía y cambio climático de Greenpeace México, resaltó en conferencia de prensa que combatir este tipo de pobreza tiene beneficios en la reducción del pago del servicios, dado a que los sistemas descentralizados renovables pueden satisfacer la demanda total residencial.
Aseguró que estas medidas podrían permitir la generación de empleos verdes locales que involucren a las comunidades en diferentes eslabones de la cadena de producción de esta industria, como la capacitación, instalación, mantenimiento y reparación de los equipos. Para demostrar el rendimiento de estas tecnologías, los miembros de la ONG pusieron en funcionamiento un pequeño sonidero de cumbias con la energía producida por un panel de celdas solares.
Ramírez precisó que invertir en estos sistemas puede aliviar las finanzas públicas al disminuir los subsidios canalizados a las tarifas de bajo consumo eléctrico.
Por ejemplo, aseguró que utilizar 68 por ciento del anexo transversal 16 del Presupuesto de Egresos de la Federación de 2024, destinado a la adaptación y mitigación al cambio climático, se instalarían 4 millones 493 mil 45 sistemas de generación distribuida o aislada. Esto generaría ahorros al subsidio eléctrico de hasta 31 mil 155 millones de pesos.
Lamentó que otra limitante para el acceso a este tipo de tecnologías es la falta de recursos económicos en algunos sectores de la población, especialmente los que viven en zonas remotas del país. Por ello, instó a ambas secretarías a acelerar los procesos de transición energética para que los resultados se vean reflejados en la sociedad.
Indicó que un cambio en el modelo energético en México es crucial para contribuir a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global, lo que ayudaría a cumplir con los compromisos y metas ambientales del país y agregó que la crisis climática afecta a las comunidades más vulnerables a pesar de que éstas son las que producen una menor huella de carbono; sin embargo, han sido olvidadas en la agenda económica y energética.