Martes 19 de noviembre de 2024, p. 5
La poesía como elemento y expresión de resistencia es el tema del primer Festival Internacional Eternos Malabares 2024, con el que el sello editorial homónimo continuará los festejos por su trigésimo aniversario, cumplido este año.
El encuentro será el 23 de noviembre, a partir de las 12 horas, en el Museo Morelense Popular (Miguel Hidalgo 239, Cuernavaca Centro), con la participación de una treintena de poetas provenientes de ocho países (Argentina, Francia, Irán, Perú, Venezuela, Rusia, Brasil y Guatemala) y de varios estados de la República Mexicana (Hidalgo, Guerrero, Veracruz, Chihuahua, Ciudad de México, Chiapas y Morelos).
El programa constará de cuatro mesas de lectura y una sesión especial a cargo del músico Vladimir Bendixen, quien interpreta la vihuela, todo con entrada libre.
Decidimos dedicar el festival a la poesía porque, por tradición, es una de las artes que más han resistido las adversidades, además de que ha sido uno de los géneros más importantes en Ediciones Eternos Malabares a lo largo de estos 30 años de camino
, explica su director, el poeta y ensayista Ricardo Venegas.
El tema central es la resistencia de la poesía en su afán de dar continuidad a la figura del libro. Muchos de los poetas invitados son inmigrantes y, como tales, se hermanan con la idea de la resistencia, de no claudicar en el oficio de escribir, como ocurre en el caso de editoriales independientes como la nuestra, de no claudicar en el oficio de editar y dar continuidad a la labor de difundir la cultura mediante un vehículo tan importante como el libro, que no sólo es un objeto estético.
De acuerdo con el también editor y gestor cultural, nacido en San Luis Potosí en 1973, proyectos como el de Eternos Malabares –uno de los sellos más antiguos de Morelos– deben sortear múltiples adversidades y altibajos para mantenerse a flote y cumplir con su propósito de ser instancias promotoras de cultura en la sociedad.
A la fecha, hay organismos y espacios que intentan marginar a las editoriales independientes, como ocurre en algunas de las principales ferias del libro del país, que no las consideran ni toman en cuenta, denuncia.
En nuestro caso, hemos tratado de resistir porque es nuestra convicción. No vamos a dejar de hacer libros o de proponer sólo porque alguien nos hace el feo o nos saca la lengua; no vamos a claudicar. La idea es que se nos trate de forma digna, con el respeto que merecen estas editoriales, que no somos instituciones de ningún gobierno; somos iniciativa privada y queremos seguir haciendo libros y que se nos trate como merecemos.
Al igual que las otras actividades con las que esta casa editorial ha celebrado su 30 aniversario a lo largo del año, este primer festival internacional de poesía es visto por Ricardo Venegas como un momento de reflexión y de crítica para que podamos crecer
como nación.
Si no somos incluyentes, si seguimos marginando a las editoriales que muchas veces han trabajado contra la adversidad, menospreciamos los esfuerzos de la sociedad civil para enaltecer la figura del libro. Si el libro no nos salva de la ignorancia, de la falta de reflexión y de las decisiones arbitrarias, entonces, ¿qué vamos a hacer de este país?
Entre los participantes de origen extranjero en este primer encuentro poético están el iraní Mohsen Emadi, cuya biografía resulta muy peculiar al haber sido parte de la milicia y ahora migrante; el argentino Eduardo Mosches, los peruanos Rocío Noblecilla y Miguel Ángel Coletti, la francesa Hélène Blocquaux, el venezolano Chungtar Chong y la brasileña María Helena Leal Lucas.
De México se cuenta con la participación de Hermann Bellinghausen, colaborador de La Jornada; Silvia Tomasa Rivera, Verónica Volkow, Adriana Tafoya, Leticia Martínez, Abraham Chinchillas, Máximo Cerdio, Isaías Alanís y el propio Ricardo Venegas, por mencionar algunos.