Nave hecha con botellas de PET y cinta de aislar despega y aterriza con un huevo en su interior
Martes 12 de noviembre de 2024, p. 7
Con botellas de PET y cinta de aislar, estudiantes de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) construyeron un cohete hidropropulsado que ganó la competencia Hidrochallegue 2024, encuentro organizado por el Centro de Desarrollo Espacial, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en el cual este año participaron 28 equipos de instituciones de educación superior nacionales, así como de Costa Rica y Guatemala.
La escuadra integrada por Javier Alfonso Andrade Narváez, Sashary Janinn Cantera Pacheco y Luis Enrique de la Rosa Ramos, liderados por el profesor Alberto Pérez Cadena, trabajó durante seis meses en el diseño del artefacto desde un laboratorio prestado por la UACM.
En entrevista con La Jornada, Cantera Pacheco, única mujer integrante y quien participó en el ensamblaje junto con Andrade Narváez, explicó que para la estructura utilizaron botellas de PET de 2.75 litros, cinta de aislar, láminas de policarbonato y herramientas como tijeras, navaja y cautín.
Nuestro enfoque, además de cumplir con los requisitos de la convocatoria, fue hacer más con menos. La mayoría de los materiales utilizados son de uso casero
, comentó la estudiante.
Midió 1.75 metros de altura y nueve nueve centímetros de diámetro y pesó un kilogramo. En el interior portaba unos microcontroladores (radio LoRa y ESP32), así como sensores para determinar temperatura, altitud, presión y polvo, entre otras variables. Su costo fue de 4 mil 700 pesos, 300 menos que el tope establecido por la convocatoria.
Cantera Pacheco afirmó que uno de los mayores retos fue lograr que el cohete completara su misión (despegar, elevarse y aterrizar) con un huevo de gallina en el interior.
Había días en que de 10 disparos, sólo uno salía bien, y otros en los que de cinco, todos se lograban. Era una montaña rusa en la cual había que mantener la mente fuerte cuando los malos ratos se juntaban
, relató la joven.
De la Rosa Ramos, el participante del equipo con mayor experiencia en estos emprendimientos y quien tuvo a su cargo el desarrollo del software para la operación de la nave, dijo que echó mano de herramientas como React –una de las tecnologías más actuales para desarrollar páginas web– y Laravel, sistema que permite almacenar datos. Fue un desafío fuerte porque al tratarse de tecnologías relativamente recientes, era el único con conocimientos para elaborar el software; lo hice prácticamente solo
.
La competencia incluyó varias etapas que debían superar. En un primer momento enviaron un informe de diseño y financiamiento de la nave, después presentaron un video de dos minutos con la explicación de las características del artefacto, y al final se dio el lanzamiento.
En cada fase se evaluaron cosas distintas: desde la estructura (no podía medir más de dos metros ni pesar más de dos kilos) hasta el sistema de aterrizaje y las variables que medía el microcontrolador. Mientras, en la parte de lanzamiento se consideró la altura alcanzada y que el huevo que portaba no se dañara en el descenso
, detalló Andrade Narváez.
Después de las dos primeras partes, el cohete de los estudiantes de la UACM, llamados Ajolotes Espaciales, estaba posicionado en el tercer lugar; sin embargo, el día del lanzamiento obtuvo el primer sitio, debido a que fue el único que se desplegó en dos fases.
Después de alcanzar una altura de 30 metros, nuestra nave fue la única que logró que se abrieran dos paracaídas, uno con la carga útil de circuito y otro con el resto del cohete. El huevo logró aterrizar ileso
.
Otro rasgo que sumó puntos para el triunfo fue que la cabina de carga, que resguardaba el huevo, estaba forrada de hule espuma, cartón y ligas, mientras los otros competidores usaron piezas hechas en 3D y materiales de mayor costo, lo que daba la impresión de que superaban el presupuesto establecido en la convocatoria.
Esta es la primera vez que estudiantes de la UACM tienen una participación destacada en un certamen dominado por instituciones como el IPN o la UNAM.
Nuestra casa de estudios es vista como de juguete frente al Politécnico y la UNAM, que tienen gran prestigio y reconocimiento, pero este triunfo nos demostró que no importa tanto el plantel o la institución, sino el desempeño que tengamos como estudiantes. Nuestros conocimientos fueron suficientes no sólo para estar a su nivel, sino para superarlos
, destacó De la Rosa.
Andrade Narváez, Cantera Pacheco y De la Rosa Ramos esperan continuar su participación en este tipo de convocatorias y sumar a más alumnos en sus proyectos.
Nosotros ya pusimos nuestro granito de arena al demostrar que sí podemos destacar en estas competencias; ahora corresponde invitar a otros jóvenes a salir de la zona de confort. Sobre todo, me gustaría invitar a las mujeres a que no piensen que esto es sólo para hombres; ambos géneros somos lo suficientemente listos para alcanzar nuestras metas
, afirmó Cantera Pacheco.