Bogotá. La Conferencia Mundial Ministerial para poner fin a la violencia contra los niños, que se realizó en Colombia, culminó ayer con la divulgación del Llamado a la Acción de Bogotá, un documento que establece compromisos para erradicar las agresiones contra los infantes.

En la convención que fue auspiciada por el gobierno colombiano con apoyo de Suecia, el Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunciaron una iniciativa colectiva de protección a la infancia que será liderada por varios países; además de la creación de una plataforma global para que sobrevivientes de violencia compartan sus experiencias como parte de su proceso de sanación.

Asimismo se alcanzaron acuerdos trascendentales, incluidos el lanzamiento del primer movimiento global que se enfocará a la prevención del maltrato infantil, encabezado por niños, niñas, adolescentes y jóvenes.

La violencia contra los niños puede desviar su desarrollo. La experiencia de la violencia en la niñez, incluyendo el abuso o el rechazo en la casa, es una causa principal prevenible de salud mental, un riesgo para la explotación y el crimen en todo el ciclo de vida, señaló el jueves Omar Abdi, director ejecutivo adjunto de programas de la Unicef.

Durante el inicio de actividades, el presidente de esa nación, Gustavo Petro, pronunció un discurso en el que advirtió que si bien las cifras de maltrato contra la niñez son catastróficas, los parámetros que definen esas acciones son estrechos y no permiten ver la magnitud real del problema.

Petro abogó por los niños migrantes, especialmente por los que recorren los países del sur su camino hacia Estados Unidos. ¿Qué va a pasar? ¿Cuál es la línea política? ¿Poner los muros, poner las zonas de concentración?, cuestionó, sin referirse explícitamente a las potenciales medidas migratorias del presidente electo Donald Trump.