Sábado 9 de noviembre de 2024, p. 19
Madrid. A medida que pasan los días empiezan a aflorar los numerosos fallos de seguridad de las horas previas a las lluvias torrenciales del pasado 29 de octubre en el sureste español, sobre todo en la Comunidad Valenciana, con un saldo provisional de 219 fallecidos y decenas de miles de damnificados.
Los principales señalados, por negligencia o falta de pericia en su actuación profesional, son los responsables del gobierno autonómico valenciano, del derechista Partido Popular (PP), con su presidente a la cabeza, Carlos Mazón, quien el día en el que ocurrió la depresión aislada en niveles altos (DANA) estuvo comiendo hasta las seis de la tarde con una periodista de la región, Maribel Vilaplana, cuando ya empezaban a activarse las alarmas en varios municipios. Por esa razón llegó dos horas tarde a la reunión con el Centro de Coordinación de la Crisis de la DANA.
En la cadena de errores detectados hay numerosas instituciones involucradas que no funcionaron de forma efectiva para mitigar los efectos devastadores del fenómeno climático, provocado en parte por el calentamiento global.
También trascendió que el sistema de seguridad de la Confederación Hidrográfica del Júcar, que depende del ministerio de Transición Ecológica y preside la socialista Teresa Ribera, no alertó del desbordamiento del barranco del Poyo, que fue el principal causante de las riadas en pueblos como Catarroja, Paiporta, Benetúser, Alfafar, Sedaví y Picanya, los más afectados del desastre.
Otra de las funcionarias señaladas es la consejera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, quien reconoció que no conocía la existencia de las alarmas instantáneas que se pueden transmitir a los teléfonos celulares de la población, hasta unos minutos antes de enviarlos, además de ser acusada por varios alcaldes de la zona de no haber escuchado sus llamadas de auxilio ante la situación desesperada de sus pueblos.
La mayoría de los afectados por las lluvias torrenciales también denuncian el desamparo en el que estuvieron durante seis días, sin recibir ayuda de los equipos de rescate ni del ejército español, que no se movilizó de forma masiva hasta el pasado lunes, en parte por los altercados que provocó la visita a Paiporta de los reyes de España, Felipe y Letizia, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y el propio Mazón.
Desde la Casa Real se informó que el rey Felipe VI tiene previsto acudir el martes a los pueblos afectados por la DANA, y que culminará así la agenda que tuvo que suspender el pasado domingo tras ser el blanco de manifestaciones de repudio de parte de los damnificados contra la comitiva oficial.
En tanto, España registró el mes de octubre más lluvioso de su historia, que culminó con las inundaciones más letales de las últimas décadas en el país, según informó la Agencia Estatal de Meteorología, en tanto treinta vehículos fueron arrastrados por el agua en Cadaqués, en la comunidad autónoma española de Cataluña, comunicó ayer el cuerpo de bomberos de la región, donde permanece la alerta amarilla ante la previsión de fuertes precipitaciones.