Necesario, exhibir el valor histórico e identitario de los tatuajes; son una gráfica viva, señala la curadora
Jueves 7 de noviembre de 2024, p. 3
El Museo Nacional de la Estampa (Munae) ofrece una peculiar galería con obras vivas que deambulan, dan propio sentido a la tinta y mutan con el paso del tiempo. La exposición virtual Del papel a la piel: Tatuaje y grabado congregó una colección de imágenes que expresan la identidad mexicana con calacas danzantes, deidades prehispánicas, demonios y ángeles. En un momento de auge y popularidad, el tatuaje reivindica su camino para reconocerse como arte
, declara el museo.
La curadora Pamela Xochiquetzal Ruiz plantea que con el repunte del tatuaje dentro de la cultura popular, es necesario tomarlo en cuenta dentro de las disciplinas artísticas, mostrar su valor histórico e identitario, dejar constancia de las obras que, a final de cuentas, son muestra de una gráfica viva
.
El espacio también funciona para cuestionar el vínculo con la gráfica, desde la técnica y el acto de grabar
en la piel, con algunos procesos muy similares, así como estilos que simulan procedimientos del grabado.
La exposición presenta una serie de dibujos elaborados gracias al oficio que convierte la piel en lienzo y se invita a asistir ante la pantalla de celulares y computadoras para observar una selección de fotografías enviadas por tatuadores o los portadores de las creaciones, quienes respondieron a una convocatoria lanzada por el Munae para mostrar obras inspiradas en la gráfica mexicana. Más de 70 imágenes, entre tatuajes y textos, se exhiben en la plataforma Flickr, organizados en dos partes.
El tatuaje es una práctica milenaria, vinculada en numerosas ocasiones a usos de identidad. El museo agrega que es una forma de apropiación del cuerpo, de construcción de identidades a nivel individual y comunitario; en algunos casos genera vínculos entre los diferentes miembros y en otros es el elemento en torno al cual se articula la comunidad, pues organiza el cuerpo en relación con otros
.
En la primera entrega de la exposición, integrada por 46 láminas, destacan las famosas calaveras de José Guadalupe Posada, como símbolo de la identidad nacional. La catrina de elegante tocado, el esqueleto con sombrero de charro o su sarape al hombro se trasladaron a brazos, piernas y hombros.
Como parte de la narrativa curatorial se aborda la controversia sobre la réplica de las imágenes y la originalidad de algunos tatuajes que reproducen obras gráficas o el diseño de otros tatuadores y se analiza si se trata de un plagio, una apropiación o reinterpretación. En un principio, en el caso de los personajes de las litografías costumbristas del siglo XIX, pero de igual forma con trazados que remiten a la cultura pop o al arte urbano.
En otra sección se convoca: Si vemos el tatuaje como una variante de grabado, podemos identificar estilos que remiten a diferentes formas de grabar
. El arte de marcar la piel de manera permanente gracias a agujas y tinta hace uso de técnicas que remiten a la xilografía, buril o linóleo, y otros con referencias directas como el handpoke.
Deidades prehispánicas, flores de cempasúchil, ajolotes y hasta la muñeca artesanal Lele son ejemplo de la mexicanidad en la selección de la segunda entrega de la colección virtual, integrada por 28 imágenes. En esta sección se explica que en México el tatuaje ha estado presente desde la época prehispánica, como entre los mayas, quienes lo utilizaban para representar estatus o castigos. La belleza y la fuerte carga de identidad son factores para que los tatuajes con temáticas prehispánicas tengan popularidad, se explica.
No cabe duda de que el tatuaje contemporáneo continúa siendo el registro vivo de una identidad cultural, que conjuga la tradición y la visión hacia el futuro
.
Las dos entregas de la exposición virtual Del papel a la piel: Tatuaje y grabado están disponibles de manera gratuita en la plataforma Flickr, con el perfil MUNAEMéxico.